Intérpretes
Sinopsis
Celestino Esposito (Gennaro Pisano), modesto fotógrafo de pueblo, es un hombre sencillo, amante de la justicia y muy devoto de S. Andrés. Una tarde de fiesta, un viejo peregrino, en el que él reconoce a su Santo, le pide hospedaje y le enseña un sistema infalible para eliminar, por medio de su primitivo aparato fotográfico, a todos los malos y deshonestos, dejando limpio el pueblo. Bastará con que él fotografíe una segunda vez a una persona anteriormente fotografiada, retratándola de su primera fotografía: la persona elegida así morirá. Una vieja tacaña ha dejado una herencia considerable para repartirla entre los tres más pobres del pueblo: esta generosa acción desata la ambición de mucha gente que se afanan por impedir que se cumplan las cláusulas del testamento. Interviene Celestino, que hace justicia, enviando a los malvados al cementerio. El testamento se ha cumplido, los pobres son beneficiados; pero Celestino descubre que también los pobres son deshonestos y los manda al cementerio también a ellos. En este momento reaparece el peregrino, que no es S. Andrés, sino un diablo, que recuerda a Celestino que no se puede conseguir el bien haciendo el mal. Celestino vuelve en sí: ha sido sólo un extraño sueño. Sus presuntas víctimas están todas vivas y coleando.