Alberto Iglesias. Temas musicales: «Quizás, Quizás, Quizás», interpretado por Sara Montiel; «Maniquí Parisien», interpretado por Sara Montiel; «Moon River», interpretado por Pedro José Sanchez Martinez; «Torna a Surriento», interpretado por Pedro José Sanchez Martinez; «Kyrie», interpretado por Ana Fernández; y «Cuore Matto», interpretado por Little Tony.
Intérpretes
Premios
Premios Goya: Nominada al Goya al Mejor Director, a la Mejor Película, a la Mejor Dirección Artística y a la Mejor Dirección de Producción.
Premio César de la Academia de Cine Francés: Nominada a la Mejor Película Europea.
Nominada al Premio Bafta de la Academia de Cine Británico a la Mejor Película no Inglesa.
Premios Europeos del Cine: Nominada a la Mejor Fotografía, al Mejor Compositor, al Mejor Director, a la Mejor Película y al Mejor Guion.
Sinopsis
Madrid 1980. Enrique Goded (Fele Martínez) es un director de cine, de la productora Azar S.A, que busca una historia para rodar su próxima película. Un día, se presenta en su oficina un chico atractivo que dice ser Ignacio Rodríguez (Gael García Bernal), antiguo compañero del colegio y algo más que un amigo de entonces. Un niño del que Enrique se enamoró hace poco más de una década, cuando coincidieron en un internado, y que ha cambiado tanto, en especial sus ojos, como para no creerse que se trate de la misma persona. Enrique, desconcertado porque hace dieciséis años que no se ven, le da una oportunidad como actor a cambio de poder adaptar un relato suyo, La visita, vagamente basado, según dice Ignacio, en su época de internado. En aquel tiempo, compartieron muchos secretos, momentos de intimidad y también de abuso, a manos de los estrictos sacerdotes encargados de su educación. La represión, las tardes de cine, las misas en latín y los cánticos, todo vuelve de repente. Especialmente su relación con el padre Manolo (Daniel Giménez Cacho), que, celoso de la intimidad entre los niños, expulsó a Enrique del colegio para poder estar a solas con Ignacio cuando quisiera. Intrigado por «La visita» y obsesionado con Ignacio, Enrique inicia un viaje al pasado para recomponer todos sus recuerdos y desentrañar por qué algunas piezas no acaban de encajar. La llegada del padre Manolo, convertido en padre de familia, y sus declaraciones sobre Ignacio y sus diferentes alter ego, desencadenan una conmoción sobre la verdadera identidad de los personajes. El reencuentro marcará la vida y la muerte de alguno de ellos.