Intérpretes
Sinopsis
Zeta (Edu Soto) es un negro, es decir, un hombre que escribe para otros que son los que firman las obras. Se hace llamar Zeta porque todos los libros que escribe acaban con la letra Z. No deja de soñar con el día en que publique un libro con su propia firma. Zeta tiene un mes para entregar la novela que le han encargado y cada día busca inspiración en la extraña clientela que frecuenta el Café Rossignol. Allí intima con Alicia (Bárbara Goenaga), una guapa camarera que no quiere enamorarse; conoce a Pascal Rossignol (Dominique Pinon), dueño del local y artista de cabaret que espera nervioso la llegada de sus viejos amigos y amantes Irene (Leigh Zimmerman) y Kurt (Michael Jenn), una pareja de artistas, que visitan la ciudad por un motivo muy concreto; o departe con Don José (Pep Jové), otro de los clientes habituales, que cree que tiene una historia que merece ser contada porque vive angustiado por una carta que no se atreve a abrir. Todos desean cambiar de vida. Ha llegado el momento de ser valientes, de intentar lo imposible. ¿Podrán meter la luna en una botella…? Alicia es la camarera del café, cordial con los clientes y amable con los más desfavorecidos. Hace tiempo estuvo a punto de casarse pero plantó al novio en el altar; desde entonces desconfía de los hombres más de lo que le gustaría. Le atrae Zeta y se preocupa por don José, Michelle (Usun Yoon), una vidente oriental a la que Pascal le ha cedido mesa propia en el Rossignol con la condición de que sus clientes también consuman, y que aunque está muy embarazada, fuma bastante, hasta el punto que los habituales del Café se preocupan por su estado, o el mendigo Tomás (Francisco Algora). Pascal Rossignol es generoso y sentimental aunque también tiene su pronto si hace falta; es capaz de aceptar un simple dibujo como pago por una merienda, pero también puede echar de su local a todos sus clientes si un día no se encuentra de humor. Hace años, antes de montar el Café, Pascal era presentador de cabaret y trabajaba con Irene y Kurt. Los tres formaban un triángulo muy peculiar. Don José es cliente habitual del Café. Estos días anda más que preocupado y cabizbajo por la carta que ha recibido del hospital y que no quiere abrir; el médico quiere hablar con él y no espera buenas noticias. Todo el mundo en el Rossignol intenta animarlo mientras Zeta no deja de importunarle con absurdas preguntas sobre su vida. Rubén Cumplido (Federico Luppi) es el escritor de éxito, más respetado por su ingenio que por su estilo, que atraviesa una crisis de creatividad, para el que Zeta escribe una obra. Ha sido su editor (Javier Mejía) el que ha decido recurrir a Zeta para que le escriba un libro que lo devuelva al mercado. Este editor lleva utilizando a Zeta desde hace tres años, aprovechándose de la lealtad del joven escritor y alimenta su presunta amistad con la vaga promesa de que pronto le editará su propia novela, momento que nunca acaba de llegar. El profesor Kalina (Joan Dalmau) es otro asiduo parroquiano del Café Rossignol. De su pasado como investigador le queda la certeza de que el universo es de color beige y cierta afición a proponer acertijos y adivinanzas. Le preocupa la tristeza de don José y el estado de Michelle mientras se deja querer por la señora Margarita (María Elena Flores). Esta es una de las clientas de más edad del Rossignol. Le gusta regar la soledad con chorritos de coñac mientras espera que el profesor Kalina se decida a compartir con ella algo más que acertijos. Tomás es uno de los mendigos que vive al abrigo de la puerta de la Iglesia; siempre lleva dos enormes bolsas a todas partes y le gusta recitar versos de teatro clásico. Tiene algo de filósofo y cuando Pascal le ofrece una merienda a cambio de un dibujo, Tomás se afana con el lápiz; poco después aparecerá acompañado de otro mendigo que dibuja como Leonardo Da Vinci. Isaac Klum (Richard Collins-Moore) es un escultor ególatra y snob lleno de dudas sobre la trascendencia de su trabajo; de forma totalmente inesperada, la instalación en la ciudad de una de sus obras, una estatua en forma de huevo, perturbará notablemente el tranquilo devenir del Café Rossignol.