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Sinopsis
Todo se inicia cuando un integrante de la mafia rusa muere en un accidente de carretera. En el coche llevaba un maletín con ocho millones de euros y un disco duro con grabaciones secretas de alto poder de extorsión. El caso es asignado al inspector Javier Falcón (Juan Diego Botto). Aparentemente el hombre pretendía dejar atrás a su jefe para constituir un grupo rival. De modo que hay dos grupos mafiosos en pugna por el disco duro. Y por los ocho millones de euros. Falcón se pone tras los pasos de la mafia rusa, y paralelamente debe ocuparse de otro caso en el que está involucrado. Un viejo amigo suyo llamado Yacub (Alberto San Juan), mitad marroquí y mitad español, infiltrado en un comando terrorista islámico para proporcionar información a la policía, se encuentra en una terrible encrucijada: el comando ha decidido poner a prueba su fidelidad y pretende reclutar a su hijo adolescente para la causa. Los dos casos pronto empiezan a mostrar sus costados más terribles. Los rusos asesinan brutalmente a la única persona que podía comprometerlos, una cubana a la que mantenían coaccionada. Por otra parte, la confianza entre Falcón y Yacub empieza a resquebrajarse, y en un momento él llega a preguntarse si su amigo no se habrá pasado al otro bando. Amenazado por los rusos y vigilado de cerca por sus superiores de Inteligencia, Falcón se ve sometido a una presión que se hace prácticamente insoportable cuando se entera de que el hijo de su novia, un niño de ocho años, ha sido secuestrado. A cambio de su liberación, los rusos le exigen el disco y el dinero. Falcón tendrá que rescatar al niño, corrompiéndose si fuera necesario, al tiempo que debe lidiar con los dos frentes abiertos, entre los cuales hay más conexiones de las que él había imaginado.