Titulo original: Jagten
Año: 2012
País: Dinamarca
Duración: 115 min.
Dirección: Thomas Vinterberg
Guión: Tobias Lindholm y Thomas Vinterberg
Música:
Nikolaj Egelund
Temas musicales: “Moondance", interpretado por Van Morrison
Intérpretes
Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Annika Wedderkopp, Lasse Fogelstrøm, Susse Wold, Anne Louise Hassing, Lars Ranthe, Alexandra Rapaport, Ole Dupont, Rikke Bergmann, Katrine Brygmann, Allan Wibor Christensen, Nina Christrup, Daniel Engstrup, Josefine Gråbøl, Steen Ordell Guldbrand Jensen, Øyvind Hagen-Traberg, Nicolai Dahl Hamilton, Bjarne Henriksen, Karina Fogh Holmkjær, Jacob Højlev Jørgensen, Jytte Kvinesdal, Birgit Petersen, Rasmus Lind Rubin, Frank Rubæk, Søren Rønholt, Sebastian Bull Sarning, Hana Shuan, Troels Thorsen y Thomas Vinterberg.
Premios
Premio al Mejor Actor (Mads Mikkelsen) y Premio del Jurado Ecuménico en el Festival Internacional de Cine de Cannes.
Nominado al Premio BAFTA de la Academia del Cine Británico a la Mejor Película en lengua extranjera.
Nominada al Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa.
Premio del Cine Europeo al Mejor Guión. Nominada al Premio del Cine Europeo a la Mejor Película, al Mejor Director, al Mejor Actor (Mads Mikkelsen) y al Mejor Montaje.
Nominada al Goya de la Academia de Cine Español a la Mejor Película Europea.
Sinopsis
Tras un divorcio difícil, Lucas (Mads Mikkelsen), de cuarenta años, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y se dispone a reconstruir su relación con su hijo adolescente en el pequeño pueblo en el que vive. Pero algo va mal. Una mentira fortuita dicha por una niña, toda inocencia, que no es capaz de calibrar las consecuencias de sus palabras. Pronto a los ojos de sus vecinos, Lucas se convierte en un pederasta. Y mientras la nieve comienza a caer y las luces de Navidad se iluminan, la mentira se extiende como un virus invisible. El estupor y la desconfianza se propagan y la pequeña comunidad se sumerge en la historia colectiva, obligando a Lucas a luchar por salvar su vida y su dignidad, cuando es insultado por la calle, sus amigos le retiran la palabra, su casa aparece llena de pintadas e incluso es agredido.
Comentario
Dicen que el miedo es libre, pero no es cierto, y menos cuando ese miedo se desata y enseñorea por el cuerpo; el cuerpo social, sobre todo. Se acaba ahí la libertad de cuajo, de un golpe seco, y surge un sustitutivo tan letal como es el pánico. Aparece, en suma, el fin de la razón, del razonamiento. Y por ese abismo se despeña, sin rubor ni complejos, un pueblo entero entregado primero al colegueo, al buen rollo, y empeñado después, consagrado, en dar lecciones de “moralidad, buenas costumbres y civismo”. Se dirán tantas cosas a partir de entonces: que “los niños no mienten”, que “…hemos aplicado al pie de la letra el procedimiento” que “…a partir de lo que parece un caso claro…” palabras y más palabras que, también dicen por otros pagos, “como los Winchester, las carga el diablo”. Unos disparos de miedo colectivo pueden ser aniquiladores, totalmente destructivos. Y ese es posiblemente el mejor tiro, el gran disparo, de la historia de Thomas Vinterberg, por lo demás, siempre tan preciso, tan inquietante y tan cáustico. Demuestra de nuevo el director danés que domina todos los resortes domésticos, retrata los personajes en sus respectivos planos, cuida los pequeños detalles que hacen ambiente, destaca los trazos finos…y los gruesos, y elige, en fin, un puñado de actores tan creíbles y tan bien dirigidos, que el relato crece y hasta se alimenta de sus buenos trabajos. El resultado ahí está: un gran toque de atención y un logrado estremecimiento.