LA CAJA DE PANDORA

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    Titulo original: Pandoranin kutsu / Pandora’s box
    Año: 2008
    País: Turquía – Francia – Alemania – Bélgica
    Duración: 112 min.
    Dirección: Yesim Ustaoglu
    Guión: Yesim Ustaoglu y Selma Kaygusuz
    Música: Jean-Pierre Mas

    Intérpretes

    Tsilla Chelton, Derya Alabora, Onur Ünsal, Övül Avkiran, Osamn Sonant, Tayfun Bademsoy, Nazmi Kirik y Emrah Tinte

    Premios

    Concha de Oro a la Mejor Película y Concha de Plata a la Mejor Actriz (Tsilla Chelton) en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián

    Sinopsis

    Tres hermanos, Nesrim (Derya Alabora), Güzin (Övül Avkiran) y Mehmet (Osman Sonant), de cuarenta y tantos años de Estambul reciben una noche una llamada que les informa de la desaparición de su madre, Nusret (Tsilla Chelton), una señora ya mayor, de su casa en una aldea de montaña de la costa Oeste del Mar Negro. Los tres parten en su búsqueda aparcando momentáneamente sus problemas y diferencias, pero una vez juntos, rápidamente se deja ver la tensión existente entre ellos, como si de repente se hubiera abierto la caja de Pandora y los conflictos no tardan en resurgir. Nesrim, Güzin y Mehmet se dan cuenta de que, en realidad, apenas se conocen y se ven obligados a reflexionar sobre sus propios defectos.

    Comentario

    Además de la poesía que desprende de principio a fin, la película es poética más allá incluso de su propuesta inicial. El fondo del relato ofrece desde luego tensión y momentos con aristas, está llena de experiencias de lo más cotidianas. Pero la forma -un encuadre,una toma o una simple mirada- se encarga inmediatamente de rectificarla. Hay, pues, una vocación preciosista realmente obstinada que en principio el espectador agradece porque le ayuda a simpatizar con los protagonistas. Unos personajes, por otra parte, que alcanzan sin esfuerzo aparente la cualidad de personas, encarnados por actores muy bien elegidos, en un reparto sencilla mente excepcional. El prodigio de Tsilla Chelton, la abuela, es más que suficiente para dejarnos con la boca abierta. Pero la tensión en circunstancias tan difíciles y delicadas apenas estalla, sólo asoma. Y eso que el choque entre los tres hermanos, entre las tres generaciones, entre la ciudad y el campo, entre lo moderno y lo antiguo, entre la prisa y la pausa...podría ser (y de hecho, es) brutal. El guión en cambio tiene trazada otra ruta bastante más apacible y bonachona, algo inconsistente a veces justamente porque lucha por redondear a toda costa una historia naci da expresamente, tal vez obstinadamente, para ser redonda. Yesim Ustaoglu, la directora, hace aquí una apuesta estética más que ética: el canto que lanza a la vida, al respeto y a la libertad no parece entrañar ni grandes dificultades, ni enormes renuncias. De ahí que “La caja de Pandora”, al menos desde su título, resulte algo engañosa, excesiva y, ahora sí, hasta dramática.