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Sinopsis
En la ceremonia de bautismo de la princesa Aurora fueron invitadas tres hadas buenas, pero no Maléfica, la bruja malvada. Las tres hadas buenas, Flora, Fauna y Primavera, le concedieron dones. Flora, la belleza; Fauna, una hermosa voz. Cuando Primavera iba a dar su don, irrumpió en el castillo Maléfica, molesta por no haber sido invitada, y lanzó a la princesa Aurora una maldición, según la cual moriría al pincharse con el huso de una rueca el mismo día en que cumpliese dieciséis años antes de la puesta del sol. Afortunadamente, Primavera no había hecho todavía su regalo a Aurora, y usó sus poderes para cambiar la maldición de Maléfica: Aurora no moriría al pincharse con la rueca, sino que únicamente caería en un profundo sueño, del que sólo podría despertarla el primer beso de amor. En un intento de proteger a su hija, el Rey Estefano le ordenó a su pueblo, quemar todas las ruecas del reino. Para proteger a Aurora de Maléfica, las hadas buenas la llevaron a vivir con ellas en el bosque, le cambiaron el nombre por Rosa, guardaron las varitas y vivieron como auténticas mortales como medida de seguridad. Aurora creció sin saber que era una princesa y se convirtió en una hermosa mujer. Un día, sus tres «tías», Flora, Fauna y Primavera, la enviaron a recoger fresas, mientras le preparaban una fiesta de cumpleaños. Ante la insistencia de Primavera, y viendo que los regalos, un pastel y un vestido, estaban saliendo desastrosos ya que el vestido era horrible y el pastel se derretía, por lo que decidieron usar las varitas por primera vez en 16 años, algo que resultó un desastre, ya que Flora y Primavera comenzaron a discutir por el color del vestido, si debía ser rosa o azul, y mientras se peleaban cambiando el color del vestido y sus ropas, no se dieron cuenta de que los hechizos que lanzaban por las varitas se escapaban por la chimenea, por lo que fueron vistos por Diablo el cuervo de Maléfica (que fue enviado para saber dónde estaba la princesa), que así descubrió la localización de la princesa informando a su malvada dueña. Mientras tanto, Aurora recogía fresas y cantaba, y fue escuchada por el príncipe Felipe, que cazaba en el bosque. Se encontraron, y al instante se enamoraron el uno del otro, aunque cada uno de ellos desconocía la identidad del otro. Se despidieron con la promesa de encontrarse de nuevo esa misma noche, pero al regresar a casa, sus «tías» la esperaban para revelarle su verdadera identidad y su compromiso matrimonial con un príncipe llamado Felipe. Este regresó al castillo sólo para informar a su padre de que planeaba casarse con una campesina a la que había conocido «una vez en un sueño» y marcharse otra vez. Las hadas y Aurora regresaron al castillo de los padres de la princesa, donde iba a celebrarse su fiesta de cumpleaños. Hipnotizada por la magia de Maléfica aprovechando un momento en que fue dejada a solas por las hadas para llorar su pena, Aurora subió a una habitación del castillo que llevaba tiempo sin usarse, en la que encontró una rueca. Se pinchó el dedo y cayó en un profundo sueño. Las hadas llevaron a la princesa Aurora a la torre más alta del castillo y la depositaron en la cama, con una rosa roja en la mano, y para evitar el sufrimiento de los padres de la princesa, hicieron que todo el reino cayera en el mismo sueño que Aurora hasta que ella despertase. Mientras lo hacían, Flora oyó al padre de Felipe mencionar que su hijo se enamoró de una simple campesina, entendiendo al oír la frase «la conoció una vez en un sueño», también pronunciada por Rosa, que el príncipe Felipe era el joven que había conocido Rosa. Felipe había sido secuestrado por Maléfica para evitar que besara a Aurora y la despertara, revelándole la bruja toda la verdad para aumentar su furia, además de que planeaba tenerle encerrado cien años en su castillo, pero las tres hadas buenas le proporcionaron armas, la Espada de la Verdad y el Escudo de la Virtud, y le ayudaron a escapar. Maléfica intentó detenerle creando una selva de espinos negros para evitar que llegara al castillo, pero gracias a la espada y el escudo de las hadas, Felipe se abrió paso. El príncipe logró matar a Maléfica convertida en dragón (para impedirle el paso), y rompió el hechizo con un beso. Finalmente los dos amantes bailan juntos, mientras que Flora y Primavera vuelven a discutir por el rosa y el azul mientras le cambian el color al vestido de Aurora.