KÁRATE A MUERTE EN TORREMOLINOS

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    Titulo original: Kárate a muerte en Torremolinos
    Año: 2003
    País: España
    Duración: 79 min.
    Dirección: Pedro Temboury.
    Guión: Pablo Álvarez y Pedro Temboury.
    Música: Jorge Explosión.

    Intérpretes

    Curro Cruz, Sonia Okomo Baliwga, Julio Sanjuán, Paul Lapidus, Jesus Franco, Juanma Lara, Angie Barea, Tom Zimadeville, Jordi Costa, Oliver Denis, Lina Romay, Carol Salvador, Pablo Andrés Schargorod, Rachel Sheppard y Pedro Temboury.

    Sinopsis

    Torremolinos año 2000. La que parece una de las ciudades más ociosas del mundo está a punto de sumergirse en una ola de terror. El malévolo Dr. Malvedades (Paul Lapidus) llega a la ciudad para resucitar a cuatro karatecas que murieron ahogados en la bahía de Málaga cuando ejercían como asesinos a sueldo durante la II Guerra Mundial. Con la ayuda de los zombies, secuestrará a cinco adolescentes recién desvirgadas, a quienes utilizará para despertar al monstruo Jocántaro, engendro mitad centollo mitad pulpo que dormita en algún lugar de la costa, y conseguir dominar el mundo. Entre las secuestradas se haya Danuta (Sonia Okomo Baliwga), la novia de un surfer católico y voluntariamente célibe, Jess (Curro Cruz), que hará lo imposible para rescatarla. Para ello reúne a sus amigos, un cura, una monja, un yuppie y un karateca, e invocan juntos al espíritu del profesor Miyagi (Jesús Franco), quien les enseña el difícil arte del karate para hacer frente a los esbirros del Dr. Malvedades. Mientras tanto, las autoridades, desconcertadas ante la ola de secuestros, encargan primero a Chuck Lee (Oliver Denis), karateca de fama internacional, y después al Dr. Orloff (Pedro Temboury), un parapsicólogo en perpetuo trance cannábico, el rescate de las adolescentes y la lucha contra el Dr. Malvedades.

    Comentario

    Ópera prima de Pedro Temboury, un ex ayudante de Jesús Franco, fiel seguidor de su tipo de cine, irreverente, desvergonzada y libre, llena de karatecas, monstruos, surferos católicos y vírgenes, hecha por y para adolescentes de todas las edades, un sincero homenaje a las películas que cautivaron de niño al director, películas de karate, de monstruos, de serie b... Se rodó en 12 días con un presupuesto de 6.000 euros. Una oda a la libertad cinematográfica