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Sinopsis
Josh (Patrick Wilson) y Renai (Rose Byrne) han formado una familia feliz con sus tres pequeños hijos que se acaban de cambiar de casa. Pero pronto extraños acontecimientos comienzan a provocar la incertidumbre entre Renai y su hijo Dalton (Ty Simpkins), que condiesa repetidamente tener miedo al quedarse solo en su habitación. La situación se torna dramática el día en que sube al ático donde tiene un leve accidente tras ser de nuevo asustado. Al día siguiente Dalton está sumido en un coma profundo. Tras ser ingresado en un hospital, los médicos no aciertan a averiguar que le sucede, ya que no hay explicación médica posible para su estado. Ya que no existe cambio alguno en su situación, Renai y Josh deciden que pueden encargarse de él en su propia casa, con la ayuda de un equipo de enfermeras. El miedo de Dalton se traslada desde ese momento a Renai, quien llega a una situación límite, lo que conlleva a su marido a mudarse a un nuevo hogar, aunque este no sea del todo que la casa esté poseída, como ella cree. Pero la mudanza no hace más que incrementar los ataques y las apariciones. Josh y Renai empiezan a sufrir experiencias que la ciencia no es capaz de explicar. La madre de Josh, Lorraine (Barbara Hershey) hace acto de presencia y pronto intuye que sabe más de lo que aparenta. Por eso su primera recomendación es contactar con una amiga, Elise Reiner (Lin Shaye), especializada en fenómendos paranormales. Esta, secundada por Tucker (Angus Sampson) y Specs (Leigh Whannell), sus compañeros de investigación paranormal, analiza la habitación de Dalton. Es entonces cuando siente la presencia de un ser diabólico que le lleva a la conclusión de que el niño, debido a su disposición a proyectarse de forma astral, está en El más allá, un lugar en que el espíritu trata de librarse del asedio del mal y de los muertos.