INCENDIES (2010)

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    Titulo original: Incendies
    Año: 2010
    Fecha de estreno en España: 11-03-2011
    País: Canadá - Francia
    Duración: 130 min.
    Dirección: Denis Villeneuve
    Guión: Denis Villeneuve y Valérie Beaugrand-Champagne, basado en la obra de teatro homónima de Wadji Mouawad.
    Música:

    Grégoire Hetzel.
    Temas musicales: «You and Whose Army?», interpretado por Radiohead; y «Like Spinning Plates», interpretado por Radiohead.


    Intérpretes

    Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard, Abdelghafour Elaaziz, Allen Altman, Mohamed Majd, Nabil Sawalha, Baya Belal, Bader Alami, Karim Babin, Anthony Ecclissi y Yousef Shweihat.

    Premios

    Premios Oscar: Nominada al Oscar a la Mejor Película en lengua extranjera
    Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci): Premio del Público, Premio de la Juventud y Premio al Mejor Guión.


    Sinopsis

    Cuando el notario Lebel (Rémy Girard) hace a los gemelos Jeanne Marwan (Mélissa Désormeaux-Poulin) y Simon Marwan (Maxim Gaudette) en Quebec la lectura del testamento de su madre Nawal (Lubna Azabal), se quedan atónitos al ver que les hace entrega de dos sobres, uno destinado a un padre que ellos creían muerto y el otro a un hermano cuya existencia ignoraban. Jeanne ve en este enigmático legado la clave del silencio de Nawal, encerrada en un mutismo inexplicable en las últimas semanas antes de su muerte y decide viajar de inmediato al Líbano, país del que era oriunda su madre, para exhumar el pasado de una familia de la que no sabe prácticamente nada, en busca de las huellas de su madre como modo de intentar encontrar a su padre y a su hermano. Poco a poco irá descubriendo como su propia familia mató al joven de quien su madre estaba enamorada, cómo el hijo que tuvo con éste fue raptado por los paramilitares musulmanes y como Nawal no cesó en buscarle, hasta que fue detenida y encerrada en una inmunda prisión donde sufrió todo tipo de vejaciones. A Simon no le importan los caprichos póstumos de una madre que siempre se ha mostrado distante y poco afectuosa con ellos, pero el cariño que siente por su hermana lo impulsará a reunirse con Jeanne y recorrer con ella el país de sus antepasados siguiendo la pista de una Nawal muy lejana de la madre que han conocido. Respaldados por el notario Lebel, los gemelos se remontarán al comienzo de la historia de la mujer que les dio la vida y descubren un destino trágico marcado a fuego por la guerra y el odio…, y el valor de una mujer muy especial.

    Comentario

    Aún en el caso de que el relato se basara en hechos reales, la historia resulta tan rebuscada, tan rocambolesca, y luego –lo que apenas sucede en la vida- tan perfectamente recompuesta, que queda al final un extraño regusto en la boca. Funciona como ficción, como intriga algo novelera, y en ese sentido el público la sigue atentamente, resulta atractiva. Pero el guión deriva en puzzle aparatoso, se desborda, y ahí sí que la película no funciona como lo que en realidad debería ser: una severa denuncia política y una crónica brutal de esa herida aún abierta. “Incendies” deja, pues, la sensación de querer seducir a dos bandas, con el corazón y con la cabeza, y contenta mucho antes las emociones que la inteligencia. Aunque no se le puede negar un estupendo trabajo de actores (de Lubna Azabal sobre todo, la protagonista) y una más que notable puesta en escena con secuencias de gran belleza, como la de los niños indefensos, rapados, aparentes alumnos disciplinados de una extraña escuela, o las de la prisión donde ella es interrogada y torturada; todo eso la hizo justa merecedora de una nominación al Oscar y llegó limpiamente hasta la recta final. Pero es preciso insistir: el canadiense Denis Villeneuve (director y guionista) parte de una obra de teatro que era otra cosa distinta, más áspera, más precisa, y cuyo autor, el libanés Wajdi Mouawad, tradujo como un doloroso grito colectivo y personal. Tenía, por tanto, Villeneuve en sus manos oro molido, un caramelo para cualquier guionista; y tenía también, claro está, el privilegio de adaptarla a su manera… pero ha transformado finalmente en dramón lo que era puro drama. Y se nota; las piezas encajan bastante forzadas