HORIZONTES LEJANOS

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    Titulo original: Bend of the River
    Año: 1952
    País: EE.UU.
    Duración: 91min.
    Dirección: Anthony Mann
    Guión: Borden Chase según la novela de William Gulick Bend of the Snake.
    Música: Hans J. Salter.

    Intérpretes

    James Stewart, Arthur Kennedy, Julie Adams, Rock Hudson, Lori Nelson, Jay C. Flippen, Chubby Johnson, Harry Morgan, Royal Dano, Frances Bavier, Howard Petrie y Stepin Fetchit.

    Sinopsis

    Una caravana de granjeros se dirige desde Missouri hacia Oregón, con la idea de establecerse allí. Como guía y consejero marcha Glyn McLyntock (James Stewart), que encuentra a un grupo de bandidos dispuestos a colgar a un hombre, Emerson Cole (Arthur Kennedy). Glyn consigue liberarle y poco después le identifica como compañero de correrías en Kansas. Aquella noche la caravana es atacada por los indios. Cole ayuda a rechazar un ataque y salva la vida a Glyn al ser éste atacado por una serpiente. Cole anuncia su propósito de dirigirse a California en busca de oro, pero que continuará con la caravana hasta Portland. Laura ((Julia Adams), hija del jefe de la caravana, que ha sido herida durante el ataque, está intrigada por el recién llegado y le contraríe que se niegue a unirse a los colonos. En Portland, Glyn y Jeremy Baile (Jay C. Flippen), el jefe de los colonos, entran en contacto con Tom Hendricks (Howard Petrie) para conseguir provisiones, necesarias para pasar el invierno. Al día siguiente embarcan todos en el vapor Reina del río, dejando a Laura, que aún no se encuentra en condiciones de viajar. Cole se asocia con Hendricks en un negocio de juego. El cargamento prometido a los colonos queda para un próximo viaje. Pasado un tiempo, y en vista de que las provisiones no llegan, los colonos empiezan a preocuparse. Glyn y Baile hacen el viaje a Portland para enterarse de la causa del retraso. Allí descubren a la ciudad sumida en la fiebre del oro.

    Comentario

    Memorable western, uno de los cuatro grandes que Anthony Mann hizo con James Stewart como protagonista, que aúna relato épico y estudio de caracteres, encontrando este último aspecto su mejor dimensión en la contraposición de los perfiles psicológicos de héroe y villano. Como es habitual en todos los westerns de Mann, la excelente y muy cuidada fotografía, que aquí firma Irving Glassberg, funciona como un elemento primordial en la historia, situada en los grandes espacios abiertos habituales del género.