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Sinopsis
Christopher McCandless (Emile Hirsch), es un joven de 24 años que llega a un paraje inhóspito de Alaska gracias a la ayuda de un conductor (Jim Gallien). Allí el joven se refugia en un autobús abandonado, sin más compañía que la de una escopeta, munición, un libro sobre cómo sobrevivir comiendo raíces e hierbas, y otros volúmenes de obras firmadas por Jack London o Leon Tolstoi entre otros autores. Dos años antes, al graduarse en la universidad, Christopher McCandless, un joven de 22 años al que todos auguran un brillante futuro, decide dejar atrás su cómoda vida, su título universitario, su dinero (dona 24.000 dólares a Oxfam) y su familia: sus padres Billie (Marcia Gay Harden) y Walt (William Hurt) y su hermana Carine (Jena Malone), en busca de aventuras para adentrarse en un mundo nuevo y libre, alejado de las exigencias y restricciones impuestas por aquellos que le rodeaban. Su inquieto espíritu le lleva desde los inmensos campos de trigo de Dakota del Sur, a un peligroso descenso por el río Colorado, hasta Slab City, California, un refugio de inconformistas, pasando por el norte de México, Los Ángeles, Las Vegas, el estado de Oregón, Salton Sea, San Diego o Fairbanks, trabajando en todo tipo de empleos (hamburgueserías, mercados de segunda mano…). En su camino, conoce a numerosos personajes pintorescos, que no encajan en la sociedad estadounidense, que le dan sus especiales visiones de la vida, ayudándole a comprenderla, a la par que Christopher también les cambia a ellos: una pareja de hippies, Jan (Catherine Keener) y Rainey (Brian Dierker), un granjero alcohólico, Wayne Westerberger (Vince Vaughn), una joven adolescente liberada, Tracy (Kristen Stewart), y un viudo, Ron Franz (Hal Holbrook), que cree haber encontrado en Christopher al nieto que nunca ha tenido. A pesar de que su familia trata de localizarlo, informando a la policía y contratando a un investigador privado, Christopher se mueve con habilidad, evitando ser encontrado. Al final, decide ponerse a prueba adentrándose solo en los bosques del Gran Norte, en Alaska, donde todo lo que había visto, aprendido y sentido se materializa como nunca lo había imaginado. El periplo del joven trotamundos le convirtió en un símbolo para muchas personas. ¿Fue Christopher McCandless un heroico aventurero o un idealista ingenuo, un Thoreau rebelde de los noventa u otro americano perdido, un temerario o una trágica figura que vivió en el precario equilibrio existente entre el hombre y la naturaleza?
