GREEN ZONE. DISTRITO PROTEGIDO

    70
    Titulo original: Green Zone
    Año: 2010
    País: EE.UU. – Gran Bretaña – Francia – España
    Duración: 115 min.
    Dirección: Paul Greengrass
    Guión: Brian Helgeland, basado en el libro "Imperial Life in the Emerald City: Inside Iraq`s Green Zone", de Rajiv Chandrasekaran
    Música: John Powell Tema musical: "Aboun Salehoun", interpretado por Amira Saqati

    Intérpretes

    Matt Damon, Greg Kinnear, Amy Ryan, Brendan Gleeson, Jason Isaacs, Khalid Abdalla, Michael O`Neill, Antoni Corone, Yigal Naor, Said Faraj, Nicoye Banks, Paul Karsko, Raad Rawi, Jerry Della Salla, Sean Huze, Martin McDougall, Paul Rieckhoff, Bijan Daneshmand, Lewis Alsamari, Allen Vaught, Tommy Campbell, Adam Wendling, Brian VanRiper, Edouard H.R. Gluck, William Meredith, Soumaya Akaaboune, Amar Adatia, Alex Moore, Aymen Hamdouchi, Faycal Attougui, Jennifer Belander, Stephanie Cannon, James Currie, Omid Gholami, Anne Lockhart, Paul McIntosh, Robert Harrison O`Neil, Andy Pilgrim, Patrick St. Esprit, Michael Thompson y Richard Breezy Wynn.

    Sinopsis

    Durante la ocupación de Bagdad en 2003 por tropas extranjeras, mayormente estadounidenses, al subteniente Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo de inspectores les encomiendan la misión de recorrer el desierto en busca de armas de destrucción masiva supuestamente almacenadas allí. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que da la vuelta al propósito de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller debe abrirse camino entre una maraña de espías en un país desconocido mientras intenta encontrar respuestas que quizá sirvan para salvar a un gobierno o para extender la guerra en una región muy inestable. No tardará en descubrir que, en un momento difícil y en una región explosiva, el arma más difícil de encontrar es la verdad.

    Comentario

    La sensación más fuerte que deja “Green Zone” es la de confusión y desbarajuste en las altas esferas, allí donde se decide todo. Y no parece mala esa perplejidad porque es seguramente lo que persigue:sembrar el desasosiego, hacer nos ver hasta qué punto son perversas decisiones que des trozan pueblos y siegan tantas vidas. Otra forma en definitiva de denunciar la guerra y condenar a quienes desde el poder juegan con las cartas marcadas y sin miramientos al “todo vale”. La sensación inmediatamente posterior es la de asistir, sin asomo de ficción, a la desagradable certeza de que así se montan los conflictos. Sólo que esta vez la historia viene avalada por el extraordinario libro de un antiguo responsable de la oficina del Washington Post en Bagdad, nada menos. Sabe de lo que habla, lo suyo es un documento de primera mano, explosivo y atractivo, que Paul Greengrass ha sabido tratar con honestidad. A lo farragoso de la trama no le resta ni interés, ni ritmo, le da brío y la hace comprensible. A la manera de llevarla a la escena le concede el punto justo, sin perderse en lucimientos o golpes de efecto. Y queda a merced del protagonista, el solvente Matt Damon, el peso del testigo principal, alguien que desde la buena fe asiste desconcertado primero y espantado después a las trampas del enjambre bélico que le salpica. Damon y Greengrass han trabajado juntos en dos entregas de “El mito de Bourne” y se ve que están perfectamente en la onda de la sobriedad. La guerra de Irak, tan visitada por el cine a estas alturas, parece distinta porque no se libra tanto a ras de tierra –que también- como en las alturas de esa “inteligencia” estúpida y, visto lo visto, siempre encanallada.