Temas musicales: With Plenty Of Money And You, interpretado por Hal Kemp; Could It Be, interpretado por Stephen Lang; Stompin’ At The Savoy, interpretado por Benny Goodman & Orchestra; Music Makers, interpretado por Harry James; Voices of Spring Waltzes Fruhlingstimmen op.110, interpretado por The Vienna State Opera Orchestra; Cocktails For Two, interpretado por Carmen Cavallaro; Tequila, interpretado por The Champs; The Modern Dance, interpretado por Judith Cohn, Carol Genetti & Scott Marshall; Prelude in B minor opus 32, #10, interpretado por Ruth Laredo; Fascination, interpretado por Carmen Cavallaro; Mountain Greenery, interpretado por Lester Lanin; Zelda’s Theme, interpretado por Perez Prado; Sarabande From the Suite #2 for Solo violoncello In D Minor, interpretado por Jesse Levy; Lester Lanin cha cha, interpretado por Lester Lanin; This Could Be The Start Of Something Big, interpretado por Lester Lanin; Just in time, interpretado por Lester Lanin; Old Devil moon, interpretado por Lester Lanin; The Hulikau song, interpretado por Lester Lanin; y Steady, steady, interpretado por Lester Lanin.
Intérpretes
Premios
Nominada al Globo de Oro a la Mejor Actriz (Tracey Ullman)
Sinopsis
Ray (Woody Allen), expresidiario y lavaplatos, y Frenchy (Tracey Ullman), su mujer, que hace la manicura, comparten su vida en un modesto apartamento de Nueva Jersey. Antes era peor: ella trabajaba en un cabaret y Ray en pequeños asuntos de segunda categoría. Cuando quiso realizar trabajos de primera, asaltando un banco, le fue mal, y pasó un par de años en la cárcel. Aparentemente reformado, pero continuamente añorando su época de delincuente, Ray mantiene a su grupo de amigos ex convictos como él y siempre anda planeando algo que lo saque de la rutina y de la pobreza, o, en todo caso, de esa vida sin mayores esperanzas común a la mayoría de los mortales. Ahora, Ray, harto de sus problemas económicos, planea robar otro banco para salir de la pobreza y huir a Florida. Así, convence a Frenchy para que le ayude a concretar el plan que se le ha ocurrido: alquilar un local desocupado que está a quince metros de un banco, montar un negocio de «pantalla» y cavar con paciencia un túnel que los llevará hasta la bóveda del dinero del banco. Con los ahorros de su mujer y la ayuda de tres delincuentes, abre una tienda de galletas al lado del banco y comienza un túnel hasta la bóveda, mientras su esposa atiende a la clientela en la tienda. La venta de galletas, que prepara su mujer, funciona de maravillas, para sorpresa de todos. Primero, la tienda se pone de moda, después se convierte en noticia que atrae la atención de las cámaras de TV y, algo más tarde, en la base de un imperio más millonario que la bóveda que pensaban desvalijar. Ahora tendrán que ampliar el negocio y cambiar sus modales para adaptarse al estilo de sus distinguidos clientes. Les llueven los millones, tienen una fábrica, y han comprado un piso que Frenchy decora con un gusto pésimo, propio de lo que suele llamarse “nuevos ricos”. Pero, el dinero no compra la felicidad y las cosas no son lo que aparentan.