Intérpretes
Sinopsis
El transatlántico Antonia Graza era la joya de la corona de la naviera italiana. Se trataba de una auténtica obra de arte construida en 1954: un barco lujoso, moderno y sofisticado en el que los viajeros podían disfrutar de todas las diversiones. Los servicios que proporcionaba a sus pasajeros aseguraban el disfrute de un lujo incomparable. Pero en 1962 el Antonia Graza zarpó hacia Norteamérica. Nada hacía presagiar que durante ese viaje sucedería una terrible desgracia que acabaría con la vida de todos los pasajeros que viajaban a bordo. Cuarenta años más tarde, la tripulación de salvamento del remolcador Arctic Warrior se dedica, entre otras tareas, a localizar barcos abandonados de todo tipo, repararlos para que estén en condiciones de navegar y remolcarlos hasta el puerto más cercano donde cobrarán una importante suma. Pues según la ley del mar, el que encuentra un barco abandonado en alta mar pasa a ser su dueño. No cabe duda de que se trata de uno de los mejores equipos de este tipo. La tripulación está formada por el capitán Sean Murphy (Gabriel Byrne); la jefa del equipo de salvamento Maureen Epps (Julianna Margulies), considerada casi una hija para Murphy; el primer oficial Greer (Isaiah Washington), y los técnicos Dodge (Ron Eldard), Munder (Karl Urban) y Santos (Alex Dimitriades). Después de su último trabajo parece ser que podrán tomarse unas merecidas vacaciones, pero aparece un joven piloto de la fuerza aérea canadiense llamado Jack Ferriman (Desmond Harrington), que les hace un ofrecimiento que difícilmente podrían rechazar. Mientras volaba frente a la costa de Alaska en una zona remota del Mar de Bering, Ferriman descubrió los restos de un transatlántico del que les muestra fotos. Y les propone ir en su busca. Una vez sellan el trato, se dirigen hacia el lugar donde se encuentra el navío. Allí descubren que se trata del Antonia Graza, el barco que se creía perdido en el mar desde hacía 40 años. El equipo del Arctic Warrior se frota las manos ante la posibilidad de encontrarse ante un barco que le