Intérpretes
Sinopsis
Unos pescadores recogen del mar un ataud flotante. En él hay una mujer muerta con un bebé, que está vivo. Éste es adoptado por el jefe de los pescadores, Spyros (Pete Spostlethwaite). El joven, llamado Perseo (Sam Worthington) crece con sus padres adoptivos, convirtiéndose en un pescador como ellos, desconociendo que es hijo de un dios, Zeus (Liam Neeson) y de una mortal. Un día, regresando con el barco a la ciudad de Argos, descubren que en la ciudad han destruido la estatua de Zeus y que sus habitantes han desafiado a los dioses. Zeus, montado en cólera, llama a su hermano Hades (Ralph Fiennes), el dios vengativo del inframundo, para que destruya a los hombres. Unas horribles criaturas voladoras atacan la ciudad y un mostruo marino hunde el barco de Spyros, que muere ahogado con los suyos. Sólo Perseo logra salvarse. Hades pide el sacrificio de la princesa Andrómeda (Alexa Dávalos), hija de los reyes de Argos Kefeo (Vincent Regan) y Casiopea (Polly Walker), antes de un próximo eclipse, o en caso contrario arrasará Argos y a sus habitantes despertando a Kraken, un monstruo terrorífico. Al no tener ya nada que perder, Perseo se ofrece a liderar una misión peligrosa para derrotar a Hades, quién pretende en secreto arrebatar los poderes a Zeus y pueda desatar el infierno en la tierra. Encabezando a un grupo de guerreros valientes, Perseo inicia un viaje peligroso hacia el fondo de los mundos prohibidos. Combatiendo a demonios y a bestias terribles, él sólo podrá sobrevivir, si es capaz de aceptar sus poderes como dios, de vencer a su destino y de crearse un destino propio. Perseo se embarcará para capturar a la gorgona Medusa (Natalia Vodinova) cuya mirada convierte en piedra todo lo que ve, ayudado por una misteriosa guía espiritual llamada Io (Gemma Artenton) y una serie de valientes soldados como Draco (Mads Mikkelsen) y Esabius (Nicholas Hoult). La llegada a la cueva de la Medura es complicada, pero Io les guia aunque por una maldición, no puede entrar en el lugar. Medusa tiene forma de serpiente gigante y destruye a gran parte de los soldados que acompañan a Perseo. Pero éste, sin mirar directamente a los ojos de la Medusa sino a través del reflejo de es escudo, logra cortarle la cabeza y, en el caballo alado Pegasus, regresa a Argos cuando Kraken va a destruir Argos y matar a Andrómeda.