Titulo original: Le feu follet
Año: 1963
País: Francia
Duración: 108 m.
Dirección: Louis Malle.
Guión: Louis Malle, según la novela homónima de Pierre Eugene Drieu La Rochelle.
Música:
Fragmentos de Gymnopedies, de Erik Satie
Intérpretes
Maurice Ronet, Léna Skerla, Yvonne Clech, Hubert Deschamps, Jean-Paul Moulinot, Mona Dol, Pierre Moncorbier, René Dupuis, Bernard Tiphaine, Bernard Noël, Ursula Kubler, Jeanne Moreau, Alain Mottet, François Gragnon, Romain Bouteille.
Premios
Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Venecia de 1963
Sinopsis
Después de pasar una noche con una amiga de su mujer, Alain (Maurice Ronet), de 30 años, regresa a su sanatorio de Versalles donde se ha curado de su alcoholismo. Utilizó el alcohol para olvidar sus malos momentos y su mujer, que vive en Nueva York, le paga la clínica para que se desintoxique. La amiga de su mujer, enviada por ésta para comprobar su estado de salud, sólo ve lo superficial, al igual que el doctor que le da el alta. Sin embargo Alain ha tomado una decisión: se va a suicidar. Tras un largo recorrido por París reencontrándose con sus amigos, sus ex amantes y sus conocidos, sin encontrar ayuda sino un incremento de sus problemas, Alain se mata.
Comentario
El alcoholismo y el suicido son los temas de esta película, que Louis Malle adapta de una novela de Pierre Eugene La Rochelle, en torno a un hombre que sale de una cura de desintoxicación, personaje que interpreta un Maurice Ronet al que Malle le obligó a perder 20 kilos. Fuego fatuo es una de las películas más rigurosas de Louis Malle que rodó en completo aislamiento y con la depresión del personaje protagonista contagiada a todo el equipo. Malle trabajó mucho con Maurice Ronet, el protagonista de Ascensor para el cadalso, la primera película en solitario del director, tras descartar darle el personaje a un desconocido no profesional, como había sido su primera intención. Además de hacerle adelgazar para darle el aspecto demacrado de quién sale de una cura antialcohólica, le endureció durante el rodaje, volviendo aún sobre él en el montaje del filme, cuidando todas las sutilezas que muestra el personaje. Ronet, muy unido a los cineastas de la nouvelle vague, lograría cuatro años después el premio al mejor actor en el Festival de san Sebastián por “Champaña para un asesino”, de Claude Chabrol, compañero de generación de Malle. También trabaja de nuevo con Jeanne Moreau, su actriz favorita de sus primeras películas, aunque aquí tiene un personaje más secundario.