Intérpretes
Sinopsis
Franklin Delano Roosevelt Foster, más conocido como FDR (Chris Pine), es apuesto, distinguido y seguro de sí mismo, y posee una habilidad preternatural para atraer a las mujeres guapas. Su mejor amigo y camarada James, por otro nombre Tuck (Tom Hardy), es atractivo, aunque de facciones duras, y peligroso, pero en cuestiones románticas no está a la altura de su colega. Su estilo sin rival, unido a sus formidables aptitudes para misiones clandestinas y su buena planta, los convierten en los mejores de entre los agentes de la CIA. Son los más mortíferos agentes del mundo, además de inseparables camaradas y amigos íntimos, que en el pasado contribuyeron a aplastar a naciones enemigas enteras. Pero el antiguo vínculo personal y profesional de FDR y Tuck se verá puesto a prueba cuando, sin darse cuenta, comienzan a salir con la misma mujer. Ésta no es otra que Lauren Scott (Reese Witherspoon), evaluadora principal de productos de una destacada publicación de defensa del consumidor. Su conocimiento de productos, desde hornos a teléfonos inteligentes, apenas conoce límites y en su lugar de trabajo se muestra como una experta directiva. Lo que no se le da bien a Lauren es entablar relaciones con hombres, hasta que su amiga del alma, Trish (Chelsea Handler), se hace cargo de la situación e inscribe a Lauren en un servicio de contactos en Internet al que Tuck ha dado su nombre, recientemente y a regañadientes. En la primera cita de Tuck y Lauren saltan chispas y todo resulta muy prometedor. Después de haberse despedido, Lauren entra en una tienda de vídeos, donde, por casualidad, FDR anda en busca de otra conquista romántica que añadir a su historial. Sin saber que Lauren acaba de verse con Tuck, FDR se siente intrigado cuando ella ignora sus insinuaciones. Lauren acaba cediendo a la encantadora estrategia de “no aceptar un no” que pone en práctica FDR y accede a celebrar una cita. Lauren no puede creer que tenga tanta suerte. Ha pasado de estar sola a citarse con dos hombres perfectos y de planta inmejorable. Entretanto, sus pretendientes no tardan en darse cuenta de que ambos se sienten profundamente atraídos por la misma mujer, y sus instintos competitivos entran en acción. Se establecen las reglas de juego. Que gane el mejor. La amistad se transforma en inquina, y salen a relucir todas las jugarretas clandestinas del manual. Los dos agentes recurren ahora a sus incomparables habilidades y a una colección inacabable de artilugios de alta tecnología para plantar cara al que es el peor enemigo al que cada uno de ellos se haya enfrentado jamás Esto supone graves conflictos. Esto es la guerra.