ENEMIGOS PÚBLICOS

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    Titulo original: Public Enemies
    Año: 2009
    País: EE.UU.
    Duración: 140 min.
    Dirección: Michael Mann
    Guión: Ronan Bennett, Michael Mann y Ann Biderman, basado en la novela de Bryan Burrough "Public Enemies: America`s Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-34".
    Música: Elliot Goldenthal. Temas musicales: "Ten Million Slaves", interpretado por Otis Taylor; "After the Shooting"; "Guide Me O Thou Great Jehovah", interpretado por Indian Bottom Association Old Regular Baptists; "Chicago Shake", interpretado por The Bruce Fowler Big Band; "Ballroom Bounce”, interpretado por The Bruce Fowler Big Band; "Bye Bye Blackbird", interpretado por Diana Krall; "King Porter Stomp", interpretado por Benny Goodman and His Orchestra; "Love Me Or Leave Me", interpretado por Billie Holiday; "The Man I Love", interpretado por Billie Holiday; "Nasty Letter", interpretado por Otis Taylor; "Am I Blue?", interpretado por Billie Holiday & Her Orchestra; "Bye Bye Blackbird", interpretado por Diana Krall; "Close Your Eyes", interpretado por Al Bowlly with Lew Stone and His Orchestra; "Dark Was The Night, Cold Was The Ground", interpretado por Blind Willie Johnson; "Hanna Shoots Neil", interpretado por Elliot Goldenthal; y "Beam", interpretado por John Powell.

    Intérpretes

    Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, James Russo, David Wenham, Christian Stolte, Jason Clarke, John Judd, Stephen Dorff, Michael Vieau, John Kishline, Wesley Walker, John Scherp, Elena Kenney, William Nero Jr., Channing Tatum, Rory Cochrane, Madison Dirks, Len Bajenski, Adam Clark, Carey Mulligan, Andrzej Krukowski, John Michael Bolger, Branka Katic, Peter Defaria, Jonathan Macchi, Jeff Shannon, Michael Sassone, Emilie de Ravin, Brian Connelly, Ed Bruce, Billy Crudup, Geoffrey Cantor, Chandler Williams, Robert B. Hollingsworth Jr., David Paul Innes, Joe Carlson, Ben Mac Brown, Giovanni Ribisi, Diana Krall, Duane Sharp, Domenick Lombardozzi, Bill Camp, John Ortiz, Richard Short, Randy Ryan, Shawn Hatosy, Kurt Naebig, John Hoogenakker, Adam Mucci, Rebecca Spence, Danni Simon, Don Harvey, Shanyn Leigh, Stephen Graham, Spencer Garrett, Stephen Lang Don Frye, Matt Craven, Laurence Mason, Randy Steinmeyer, Kris Wolff, Lili Taylor, Donald G. Asher, Andrew Steele, Philip M. Potempa, Brian McConkey, Alan Wilder, David Warshofsky, Peter Gerety, Michael Bentt, John Lister, Jimmy Carrane, Joseph Mazurk, John Fenner Mays, Rick Uecker, Craig A. Spidle, Jason T. Arnold, Andrew Blair, Mark Vallarta, Daniel Maldonado, Sean Rosales, Stephen Spencer, Patrick Zielinski, Gareth Saxe, Guy Van Swearingen, Jeff Still, Lance Baker, Steve Key, Leelee Sobieski, David Carde, Gerald Goff, Aaron Roman Weiner, Keith Kupferer, Turk Muller, Tim Grimm, Martie Sanders, Robyn Scott, Ashley Simone, Carlos Villalobos, David John Adamson, Mike Bach, Britt Barrett, Tommy Bartlett, Matthew Bender, Suzy Brack, Dale Caba, Ross Clifton, Eric Cooper, James Currie, Shaun Daley, Joe DeVito, Shannon Edwards, Naomi Heilmann, J. Alec Holmes, Nicole James, Jimmy Johnson, Thomas Kosik, Don Kress, Jordan Lawson, Tom Lodewyck, Angelina Lyubomirova, Chad Manuel, Greg McAleer, Christopher Midkiff, John Otto, Steven James Price, Monica Sly, Quinn Smith, Dion Strowhorn Sr., Bill Stoneking, Chris D. Thomas, John Thurner, Claire Tuft, Lisa Wolf y Robert A. Young.

    Sinopsis

    1933. Tras ser puesto en libertad provisional, John Dillinger (Johnny Depp) organiza la fuga de la prisión de aquellos con los que convivió tras las rejas. Pronto Dillinger y a su banda comienzan a atracar bancos en golpes organizados con precisión matemática, con la menor violencia oisible y sin llevarse el dinero que en ese momento depositan los clientes en las instituciones que atraca.. No existe la cárcel que pueda retenerlos. Su encanto personal y sus audaces fugas conquistan a todo el mundo, desde su novia Billie Frechette (Marion Cotillard) a los estadounidenses que buscan un icono capaz de hacerles olvidar sus penalidades. Lo encuentran en el hombre que quitaba el dinero a los bancos que les han robado. A pesar de que las aventuras de la banda de Dillinger, en la que posteriormente se integra también psicópata Baby Face Nelson (Stephen Grahan) y al ladrón y secuestrador Alvin Karpis (Giovanni Ribissi), emocionan a muchos, J. Edgar Hoover ve en la captura del fuera de la ley una forma de convertir el Bureau of Investigation (Oficina de Investigación) en lo que hoy es el FBI. Convierte a Dillinger en el enemigo público nº 1 de Estados Unidos y manda al apuesto Purvis (Christian Bale), conocido como el “Clark Gable del FBI”, a atraparle. Sin embargo, Dillinger y su banda siempre pueden con Purvis y sus agentes en salvajes persecuciones y tiroteos. Hasta que aparece un grupo de hombres de la oficina de Dallas y después de protagonizar una serie de sonadas traiciones, como la de la infame “Mujer de rojo” (Branka Katic) o la del jefe mafioso de Chicago Frank Nitti (Bill Camp), Purvis y sus agentes no son capaces de atrapar a su presa. Purvis acaba con John Dillinger en Chicago, la ciudad donde había nacido la obsesión de este último por Billie Frechette y por los atracos, a la salida del cine donde había estado viendo “El enemigo público número 1”. Cuando el pueblo se entera de la muerte de su héroe, lo convierte en leyenda.

    Comentario

    Con un puñado de filmes, Michael Mann ha creado un panteón de héroes contemporáneos crepusculares: hombres de los de antes, fuertes, leales a los suyos, sujetos a férreos códigos de honor, generalmente fueras de la ley que sucumben a un tiempo al que les resulta difícil adaptarse y que acaba por engullirles. Quizá, la cima la alcanzó con "Heat", siendo capaz de confrontar por primera vez en una misma escena a Al Pacino y Robert De Niro, perseguidor y perseguido. "Enemigos públicos" y "Heat" tienen mucho en común: los personajes (Johnny Depp y Christian Bale, Dillinger y su cazador, el agente del FBI Melvin Purvis) están inmersos en una frenética caza y las armas hablan antes que sus portadores. Al igual que en "El último mohicano", están siempre a la carrera e incluso en los momentos de quietud, el denso clima que alcanza gracias al trabajo del director de fotografía Dante Spinotti, se masca la tensión del infierno que está a punto de abrirse a sus pies. Cada momento entre escenas de acción se siente como una simple espera. Mann ha utilizado ligeras cámaras de video en mano y así escruta los rostros (se pueden contar los poros del rostro de Depp) y esa oscuridad que tanto ama (en "Heat" los bandidos parecían vivir en una noche angelina eterna). Y realiza algun homenaje a filmes que han retratado a Dillinger antes, notablemente cuando fue interpretado por Lawrence Tierney en 1945 y Warren Oates en 1973. También, se complace en sumergirse en el género poblado de elegantes gángsters amantes de la moda, el whisky, los sombreros, los coches rápidos, los grandes golpes y las mujeres bellas. Sin embargo, Mann deja sus huellas dactilares en su película. No sólo ha podido rodar en los lugares reales de la acción (la prisión Lake County, donde Dillinger protagonizó una legendaria escapada), sino que ha reconstruído con meticulosidad cada detalle del tiempo de la Depresión -anuncios, emisiones radiofónicas- y restituído las originales canciones religiosas de los baptistas de los Apalaches, junto con la banda sonora de Otis Taylor en que se reconstruyen los cánticos protestantes de los años 30. Entre golpes y huídas, Mann trata de narrar el romance entre el mafioso y su chica, Billie Frechette, encarnada con su habitual encanto y perfecto acento franco-canadiense por Marion Cotillard. Pero, Mann oculta el hecho real de que Frechette mantuvo un primer matrimonio con un criminal (quizá ocultando cierto comportamiento piscótico) y que Dillinger se sometió a una operación de cirugía plástica para evitar la persecución. Esto le resta la carga melodramática requerida. De nuevo, Mann prefiere centrarse entre la colisión brutal de dos egos cargados de testosterona, su especialidad. Y Johnny Depp una vez más demuestra estar en la cumbre de su carrera, dueño de todos los resortes interpretativos. Sin olvidar su elegancia natural, que hacen de su Dillinger el perfecto dandy. De hecho, lejos de los disfraces excéntricos de Tim Burton o del exceso de rimmel del capitán Jack Sparrow, con los hombros más anchos y el cuerpo desarrollado, contemplamos a un Depp maduro, casi inédito. Y la poética testosterónica de Mann se alcanza en el momento en que el elegante mafioso es abatido a las puertas de un cine Biograph de Chicago. Los créditos hacen el resto.