Titulo original: V tumane / In the Fog
Año: 2012
País: Rusia - Alemania – Holanda
Duración: 127 min.
Dirección: Sergei Loznitsa
Guión: Vasili Bykov y Sergei Loznitsa, basado en la novela de Vasili Bykov.
Intérpretes
Vladimir Svirskiy, Vladislav Abashin, Sergei Kolesov, Nikita Peremotovs, Yuliya Peresild, Kirill Petrov, Dmitrijs Kolosovs, Stepans Bogdanovs, Dmitry Bykovskiy, Vlad Ivanov, Igor Khripunov, Nadezhda Markina, Boris Kamorzin, Mikhail Evlanov, Sergey Russkin y Timofey Tribuntsev.
Premios
Premio FIPRESCI del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Sinopsis
Frontera oriental de la URSS, 1942, en Bielorusia. La región está bajo ocupación alemana y los partisanos locales resisten en una campaña brutal. Un tren descarrila no lejos del pueblo, dónde Sushenya (Vladimir Svirskiy), un trabajador del ferrocarril, vive con su familia. El inocente Sushenya es arrestado con un grupo de saboteadores, pero el oficial alemán decide no colgarle con el resto, y lo libera. Los rumores de la traición de Sushenya se extienden rápidamente y los partisanos Burov (Vladislav Abashin) y Voitik (Sergei Kolesov) llegan desde el bosque para buscar venganza. Cuando los guerrilleros llevan a su víctima por el bosque, son emboscados, y Sushenya se encuentra cara a cara con su herido enemigo. En lo profundo de un bosque antiguo, donde no hay amigos ni enemigos y donde el límite entre la traición y el heroísmo desaparece, Sushenya es obligado a hacer elecciones morales en circunstancias inmorales.
Comentario
Estamos ante un cuento moral escalofriante; se desarrolla en medio de una guerra convencional, pero lo que se aborda en realidad es otra guerra a mayor escala, una guerra universal, eterna y agotadora: la lucha por la dignidad, concepto ampliamente relegado ahora. Pelea perdida, digámoslo ya de entrada. El original –muy en la línea de otros muchos relatos de la órbita soviética- es una intensa novela del ucraniano Vasili Bykov a la que su compatriota Sergei Loznitsa le ha añadiddo su firme dominio de la cámara, la sobriedad en la puesta en escena y, sobre todo, un sentido del ritmo, tranquilo y cadencioso, que nos pone en situación, en aquella época exacta. Así, entramos de lleno en un mundo y un escenario que nos son bastante ajenos, y en el que pueden resultarnos hasta insólitos ciertos códigos de conducta. Y justamente ahí es donde el director concentra su potencial, ahí es donde nos quiere plantar. Y de hecho nos planta. Ya no se trata sólo de saber qué pasará con el desventurado (¿bobo, ingenuo, empecinado…?) Sushenya, sus vecinos o sus antiguos amigos, esa en todo caso sería la anécdota. La cuestión es masticar, oler y sentir bien cerca las poderosas razones que empujan a un hombre a adoptar una actitud y no otra. Si esas razones tienen que ver con la rectitud y el sentido del honor pero no con la propia supervivencia, empezamos a inquietarnos, algo no va como se esperaba. Y si la desconfianza, cuando no el sentido de revancha y la maldad, secuestran el más heróico de los silencios, apaga y vámonos. Y Loznitsa apaga, a su manera; nos deja “En la niebla” pero ni mucho menos a oscuras.