Mísica: Frank De Vol.
Tema musical: «Senza Fine», interpretada por Connie Francis.
Intérpretes
Premios
Nominada al Oscar al Mejor Actor Secundario (Ian Bannen) y al Mejor Montaje.
Nominada al Globo de Oro a la Mejor Película Dramática, al Mejor Actor Secundario (Hardy Krüger) y al Mejor Actor Revelación (Ian Bannen).
Sinopsis
Frank Towns (James Stewart), piloto de la Arabco Oil, despega de un campo petrolífero de Arabia Saudi en dirección a Bengasi, llevado a bordo doce personas. Durante el viaje, la radio del avión deja de funcionar y el piloto decide mantener el rumbo en vez de regresar. Poco después, el aeroplano atraviesa una fuerte tempestad de arena que acaba obstruyendo uno de los motores, por lo que Towns se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en medio del desierto. Frenado por la propia arena, el bruco aterrizaje suelta la carga, hiriendo mortalmente a dos pasajeros y rompe una `pierna a un tercero. Los supervivientes quedan aislados a la espera de un incierto rescate. Towns carga con toda la responsabilidad, aunque sabe que su copiloto, Lew Moran (Richard Attenborough) llevaba un exceso de alcohol en la sangre cuando debía estar pendiente de la radio. El capitán del Ejército Británico Harris (Peter Finch), uno de los miembros del grupo, asume la dirección, estableciendo una férrea disciplina y un racionamiento de agua y comida, así como un turno para efectuar señales que llamen la atención de los que, sin duda, acudirán al rescate. El capitán, viendo que se agotan las existencias, decide ir a un oasis, distante varios centenares de millas, para proveerse de agua y alimentos, acompañado de un joven llamado Carlos Reyes (Alex Montoya). Trucker Cobb (Ernest Borgnine), un hombre que regresaba a su hogar para una cura mental, intenta seguirles subrepticiamente, pero Towns descubre su ausencia y sale en su búsqueda, encontrándole muerto. Mientras que Harris y Reyes están fuera, otro de los pasajeros, un delineante y proyectista de aviones llamado Dorfman (Hardy Krugen), propone algo que a todos les parece una locura: Construir un nuevo avión con los restos del abatido. Después de muchas discusiones y comentarios irónicos, la idea es aceptada, pues en ella radica la única posibilidad de salvación ya que Harris regresa solo y con las manos vacías.