EL VALS DEL EMPERADOR

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    Titulo original: The Emperor Waltz
    Año: 1948
    País: EE.UU.
    Duración: 106 min.
    Dirección: Billy Wilder
    Guión: Charles Brackett y Billy Wilder.
    Música: Victor Young. Temas musicales interpretados por Bing Crosby y El vals del emperador, de Johann Strauß.

    Intérpretes

    Bing Crosby, Joan Fontaine, Roland Culver, Lucile Watson, Richard Haydn, Harold Vermilyea, Sig Ruman, Julia Dean, Bert Prival, Alma Macrorie, Roberta Jonay, John Goldsworthy, Harry Allen, Gene Ashley, Franco Corsaro, Paul De Corday, Cyril Delevanti, Doris Dowling, Frank Elliott, Jac Fisher, Jack Gargan, William Haade, Len Hendry y Jerry James.

    Sinopsis

    La acción transcurre en el Palacio de Viena del emperador Francisco José de Austria (Richard Haydn), cuando éste convoca al conde von Stoltemberg, que no atraviesa su momento más glorioso y a su hija Joanna Augusta Franziska von Stoltzenberg-Stolzenberg (Joan Fontaine), que coinciden con un joven norteamericano llamado Virgil Smith (Bing Crosby), representante de una modesta fábrica de fonógrafos deseoso de abrirse un hueco en el mercado europeo. Desde un primer momento, la joven condesa Joanna y el representante americano se sienten atraídos el uno por el otro, pero las diferencias sociales les separan. Ella está educada a la vieja usanza europea, mientras que él es un joven libre de prejuicios, desenfadado y desenvuelto. El emperador está obsesionado por la cría de perros con pedigrí, que pretende aparear a su más preciado animal con la mascota de la condesa Johanna Augusta. Los esfuerzos de todos ellos se ven recompensados con el nacimiento de una estupenda camada de cachorros para el emperador. Mientras, los encuentros entre Virgil y la condesa se van sucediendo a pesar de que ella no los desea y la atracción sigue creciendo. Al poco tiempo Joanna Augusta necesita un favor que solo puede hacerle el joven Virgil, y su tirantez cede, aumentando su afecto.

    Comentario

    La caza de brujas en Hollywood obligó a Wilder a dejar de lado su habitual tono satírico y en ocasiones incómodo para filmar esta comedia musical en la que, a pesar de todo, se aprecian los geniales destellos de humor del director. Es una película creada al servicio de Bing Crosby, por entonces en su máximo esplendor, que se luce interpretando media docena de canciones.