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Sinopsis
El reverendo Cotton Marcus (Patrick Fabian), un predicador muy mediático que ha perdido la fe. Piensa que sus feligreses le aclaman hable de la Biblia o de la receta del pastel que hacía su madre. Un equipo de cine, formado por un cámara y una sonidista le siguen en sus actividades rodando un documental sobre él. Este hombre además practica exorcismos, aunque no cree en las posesiones diabólicas. Maneja una serie de efectos especiales de sonidos y humo para que ante los crédulos familiares de la persona a la exorciza, parezca real. El equipo de cine acompaña al predicador cuando es llamado por Louis Sweetzer (Louis Herthum), un hombre de una granja de la zona de Louisiana, convencido de que su hija adolescente Nell (Ashley Bell) está poseída por el diablo que es necesario exorcizar antes de que su terrible experiencia acabe convirtiéndose en una tragedia inimaginable. Incapaz de aguantar el cargo de conciencia que soporta tras años de sacar dinero a creyentes desesperados, Cotton pretende filmar junto a su equipo un documental confesional del que quiere que sea su último exorcismo. Sin embargo, al llegar a la granja familiar, completamente bañada en sangre, no tardará en hacerse evidente que nada podría haberlo preparado para el auténtico mal que allí encuentra. Tras la pantomima de exorcismo con la chica, que deja convencido al padre y algo menos al hermano, considera que su trabajo ha terminado. Pero no, la chica se presentará poseída en el hotel donde se alojan y pronto se tendrá que enfrentar, junto al cámara y a la sonidista que le acompañan, a algo mucho más aterrador. Ahora que ya es demasiado tarde para echarse atrás, el reverendo Marcus verá puestas a prueba sus más profundas creencias cuando, junto a su equipo de rodaje, tengan que encontrar una forma de salvar a Nell, y a sí mismos, antes de que sea demasiado tarde.
