EL PECADO DE CLUNY BROWN

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    Titulo original: Clunny Brown
    Año: 1946
    País: EE.UU.
    Duración: 100 min.
    Dirección: Ernst Lubitsch
    Guión: Samuel Hoffenstein y Elizabeth Reinhardt, basado en la novela "Clunny Brown", de Margery Sharp.
    Música: Cyril Mockridge.

    Intérpretes

    Charles Boyer, Jennifer Jones, Peter Lawford, Helen Walker, Reginald Gardiner, Reginald Owen, C. Aubrey Smith, Richard Haydn, Margaret Bannerman, Sara Allgood, Ernest Cossart, Florence Bates, Una O'Connor, Norman Ainsley, Billy Bevan, Whit Bissell, Bette Rae Brown, Charles Coleman, Harold De Becker, Michael Dyne, Rex Evans y Betty Fairfax.

    Sinopsis

    Un famoso escritor de origen checo, Adams Belinski (Charles Boyer), se escapa de Alemania nazi y llega hasta Inglaterra, en 1938, en donde un aristócrata, Hilary Ames (Reginald Gardiner), le da albergue en su mansión en el campo, para que el escritor pueda seguir trabajando con toda tranquilidad. Al lugar llega Cluny Brown (Jennifer Jones), que intenta buscarse un lugar en la vida valiéndose por sí misma, y que sustituye a su tío fontanero Arn (Billy Bevan), sin éste saberlo, presentándose en el domicilio de Hilary Ames para reparar su fregadero obstruído. El tío Arn, furioso con las iniciativas de su sobrina, la hace contratar por Lord Andrew Carmel (Peter Lawford) y por su mujer y Lady Alice Carmel (Margaret Bannerman) para que se convierta en una sirvienta perfecta. Adams se enamora de Cluny Brown, de la que cree que es una de las criadas de la casa del señor Ames. La llegada al lugar del tío Arn, al que todos confunden con otra persona, acentuará el equívoco.

    Comentario

    La última película dirigida por Ernst Lubitsch. Bajo el manto de una divertida comedia, la película encierra una fuerte crítica social en la que un refugiado de la Alemania nazi tiene una visión de las relaciones humanas que la familia británica que le acoge. La última secuencia del filme, en la que sobra cualquier diálogo, es una muestra perfecta del ingenio del director y de lo que consistía el llamado "toque Lubitsch".