EL LUCHADOR

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    Titulo original: The Wrestler
    Año: 2008
    País: EE.UU.
    Duración: 116 min.
    Dirección: Darren Aronofsky
    Guión: Robert Siegel
    Música: Clint Mansell. Temas musicales: "The Wrestler", interpretado por Bruce Springsteen; "(Bang Your Head) Metal Health", interpretado por Quiet Riot; "Don't Know What You Got (Till It's Gone)", interpretado por Cinderella; "Round and Round", interpretado por Rat Attack; "Balls To The Wall", interpretado por Accept; "Sweet Child O' Mine", interpretado por Guns N' Roses; "Animal Magnetism", interpretado por Scorpions; "Jump", interpretado por Madonna; "N2 Sumthin'", interpretado por Takbir Bashir; "Don't Walk Away", interpretado por Firehouse; "Soundtrack to a War", interpretado por Rhinobucket; "Nice Guys Finish First", interpretado por Valerie Bisharat; "8-bit Wrestler", interpretado por Joel Feinberg; "Just Let Your Freak Out", interpretado por Deesha Sarai featuring Critical Child; "Mirror", interpretado por Dead Family; "No Bitterz", interpretado por Miss TK & The Revenge; "Stuntin' Like My Daddy", interpretado por Birdman and Lil' Wayne; "Dodge It", interpretado por Samsaya; "Her Name Is Alice", interpretado por The Days The Nights; "Hit Da Flo", interpretado por Trai'd; "Dangerous", interpretado por Slaughter; "Black Light", interpretado por Macon Greyson; "I'm Insane", interpretado por Rat Attack; "The Muscle", interpretado por Bone Crusher; "Jerk It", interpretado por Thunderheist; "Aloha Oa (Queen Lilluokalani)", interpretado por Robert Neary; "Blowin' Up", interpretado por Solomon; "30 Stars", interpretado por Peter Walker; y "Ayatollah's Theme", interpretado por Raz Mesinai

    Intérpretes

    Mickey Rourke, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood, Mark Margolis, Todd Barry, Wass Stevens, Judah Friedlander, Ernest Miller, Dylan Summers, Tommy Farra, Mike Miller, Marcia Jean Kurtz, John D'Leo, Ajay Naidu, Gregg Bello, Scott Siegel, Maurizio Ferrigno, Donnetta Lavinia Grays, Andrea Langi, Armin Amiri, Lynn Tovale Anoai, Ryan Lynn, Michael Drayer, Alyssa Bresnahan, Jeff Chena, Vernon Campbell, Felice Choi, Bernadette Penotti, Johnny Valiant, Ron Killings, Giovanni Roselli, Robert Siegel, Scott Franklin, Sylvia Kauders, Alissa Reisler, Willy Rosner, Rebecca Darke, E.J. Carroll, Abraham Aronofsky, Charlotte Aronofsky, T.J. Kedzierski, Jen Cohn, Maven Bentley, Douglas Crosby, Larry Legend, Nick Papagiorgio, Kevin Foote, Jon Trosky, Andy Anderson, Austin Aries, Brian Heffron, Nicky Benz, Brolly, Lamar Braxton Porter, Claudio Castagnoli, Cobian, Doc Daniels, Bobby Dempsey, Billy Dream, Whacks, Rob Eckos, Nate Hatred, Kit Cope, DJ Hyde, Jeff Joslin, Jess Liaudin, Judas, Kid U.S.A., LA Smooth, Toa Maivia, Kevin Matthews, Devon Moore, Pete Nixon, Paul E. Normous, Papadon, Sabian, Jay Santana, Sugga, Larry Sweeney, Elizabeth Wood, Kevin Cannon, Matthew Cannon, Peter Conboy, Anna-Karin Eskilsson, Richard Graves, Piper Kenny, Henry Kwan, Jill Lord, Michael Marino, Robert Oppel, Vincent James Russo, Erika Smith, Paul Thornton y Ben Van Bergen.

    Premios

    León de Oro del Festival Internacional de Cine de Venecia Nominada al Oscar al Mejor Actor Principal (Mickey Rourke) y a la Mejor Actriz Secundaria (Marisa Tomei) Premio BAFTA de la Academia de Cine Británico al Mejor Actor (Mickey Rourke). Nominada al BAFTA a la Mejor Actriz Secundaria (Marisa Tomei) Globo de Oro al Mejor Actor en una Película Dramática (Mickey Rourke) y a la Mejor Canción ("The Wrestler"). Nominada al Globo de Oro a la Mejor Actriz Secundaria (Marisa Tomei).

    Sinopsis

    Randy “el Carnero” Robinson (Mickey Rourke) es un luchador de lucha libre que tan sólo quiere seguir haciendo la única cosa que sabe cómo hacer. Sin embargo, también es un hombre que ha perdido todas las oportunidades. Antaño un héroe de la clase trabajadora que se vio aupado como icono en el circuito de lucha libre profesional, ahora combate para inquebrantables admiradores en los auditorios de los institutos, sin embargo, apenas puede satisfacer el alquiler del remolque donde vive mientras combate los estragos de la edad perceptibles en su maltrecho cuerpo. Encaja las brutalidades y las derrotas en su vida con humildad y humor autodevaluante, pero cuando un combate particularmente encarnizado evidencia la mortalidad de Randy, todo indica que su carrera ha llegado por fin a una resolución definitivamente: quedarse sin futuro, sin resquicio de propósito en la vida. A duras penas apartándose del borde del oscuro abismo, Randy intenta reinventarse. Puede que no esté seguro de cómo amar, pero ahora se halla demasiado solo y asustado como para no intentarlo. Y así se dispone a enmendar la relación con una hija perdida, Evan (Rachel Wood), cuyo corazón rompió irrevocablemente muchos años antes. Mientras procura mantener un romance improbable con su única confidente, una veterana bailarina exótica, Cassidy (Marisa Tomei), compañera de afición por el hard-rock en un club local. Incluso logra una ocupación de atención al público. Pero finalmente, a Randy no le es posible resistirse por más tiempo al impulso de revivir el único momento de gran gloria de toda su vida, mientras desafía la adversidad y se prepara para la revancha contra quien ha sido la horma de su zapato desde los ochenta: “El Ayatollah” (Ernest Miller), en el único terreno en el que todavía cree que puede enfrentarse absolutamente a cualquier cosa.

    Comentario

    Hay en esta historia una confluencia de factores que la hacen subir como la espuma. El primero de todos la necesidad, en estos tiempos de crisis, de aferrarse al chisporroteo de una luz aunque esté a punto de apagarse; cuando las cosas van fatal un perdedor siempre es más creíble y mejor acogido. Y el intuitivo Aronofosky, que no es en absoluto ajeno a ese pálpito social, le ha echado morbo y carnaza presumiendo, con razón, que si la cara de ese paria típicamente americano era la de Mickey Rourke él y su guionista podían dejarse llevar por el drama hasta el borde mismo del exceso.Y el reto le ha funcionado. Funciona no sólo por que Rourke se metió de lleno en el papel (engordó quince kilos para encarnar a Randy Robinson) y ha conseguido calcar la autodestrucción que todos le adjudicamos y la que él mismo se echó encima; funciona porque su patetismo (el real y el ficticio) está muy bien explotado; porque Aronofsky clava, también él, en la pantalla toda la compasión que reclama el personaje; y toda su impotencia. Es tan brutal y tan palpable la derrota de este luchador que sólo provoca complicidad, lanzando, de paso, una mirada tierna a ese mundo de espectáculos baratos, tumultos, vocerío y luces. Entre perdedores, pues, anda el juego. Y son estos dos perdedores convincentes, conectan muy bien; porque Rourke se supera, se sale. Pero Marisa Tomei borda y se come el papel de la triste stripper. En este hermoso drama de viejas glorias en la cuneta reclamando un hueco que ya no tienen, hay algunos flecos que no alcanzan el nivel: los encuentros con la hija, por ejemplo. Poco o nada creíbles. Pero en su conjunto “El luchador” mantiene el pulso y la emoción de un episodio potente y muy estimable.