Titulo original: El genio alegre
Año: 1939
Fecha de estreno en España: 27-12-1939
País: España
Duración: 90 min.
Dirección: Fernando Delgado
Guión: Fernando Delgado, basado en la comedia de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero.
Música:
Fernando Díaz Giles.
Intérpretes
Rosita Díaz Gimeno, Carmen de Lucio, Fernando Fernández de Córdoba, Antonio Vico, Leocadia Alba, Lolita Astolfi-Rosario Benito, Concha Catalá, Alberto Romea, Anita Sevilla, Edmundo Barbero, Armando Calvo, Juan Calvo, Pablo Hidalgo, Antonio Gil "Varillas"-Erasmo Pascual, Inés Pérez Indarte, Emilio Santiago, Consuelo Pastor, José Alburquerque
Sinopsis
Doña Sacramento, marquesa de Arrayanes, una mujer extremadamente religiosa, vive en una casa señorial en pleno campo andaluz. Su administrador, don Eligio, es un hombre de carácter severo y un tanto chapado a la antigua, lo que contribuye aún más al ambiente sombrío de la casa. Julio, el hijo de la marquesa, es, en cambio, un juerguista que sólo aparece por la mansión cuando necesita dinero. Doña Sacramento lleva a vivir con ella a una sobrina, Consolación, toda juventud y alegría. La seriedad que rodea los muros de la casa choca de continuo con la alegría de la sobrina que, poco a poco, irá transformando el espíritu de la casa y el carácter de sus habitantes. La vitalidad de esta joven no sólo va a hacer que su primo se enamore de ella, sino que cambiará la vida de todos los que viven en el cortijo.
Comentario
La historia de amor entre un señorito andaluz y una prima suya en una película llena de referencias populares. Fue la segunda vez que la comedia homónima de los hermanos Álvarez Quintero era llevada al cine; antes lo había hecho el italiano Roberto Roberti en 1919 y posteriormente lo haría también el director Gonzalo Delgrás en 1957. El filme tuvo un rodaje muy problemático, pues el inicio de la Guerra Civil provocó su interrupción y sólo se pudo finalizar, utilizado dobles para los actores, una vez finalizada la contienda. Carmen de Lucio dobló, de espaldas o en escorzo, a Rosita Díaz Gimeno; Charito Benito y Erasmo Pascual hicieron lo mismo, respectivamente, con los papeles que interpretaban Anita Sevilla y Edmundo Barbero. El director Fernando Delgado consiguió verdaderas filigranas; baste con mencionar la importantísima escena de un diálogo, fundamental para la acción, entre Rosita Díaz Gimeno y Anita Sevilla, resuelto escamoteando los rostros de las dos actrices que las sustituirían tapándose la una a la otra en los juegos de plano y contraplano. Los nombres de los actores que habían permanecido fieles a la República fueron suprimidos de los crèditos-