EL GATO DESAPARECE

    71
    Titulo original: El gato desaparece
    Año: 2011
    País: Argentina - España
    Duración: 89 min.
    Dirección: Carlos Sorin
    Guión: Carlos Sorin
    Música: Nicolás Sorín

    Intérpretes

    Luis Luque, Beatriz Spelzini, María Abadi, Norma Argentina, Gisela Aringoli, Alejandro Javier Bures, Emma Jayne Carlton, Kiko Cerone, Tristán Colombo, Gabriel Flores González, Damián Guitián, Guillermo Hönig, Rodrigo Lamoreaux, Lucas Laurens, Mario Mahler, Anahí Martella, Alfredo Martín, Javier Niklison, Marta Paccamicci, Isabel Panasiuk, Hugo Pisa, Samuel Shaw, Hugo Sigman, Carlos soria, Matías Tapia y Juan Villegas.

    Premios

    Premio Especial del Jurado del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

    Sinopsis

    Luis Romero (Luis Luque) es un profesor universitario de filosofía que sufre un brote psicótico inesperado y violento, y agrede a un colega. Beatriz, su mujer (Beatriz Spelzini), lo interna en un neuropsiquiátrico. Tiempo después Luis vuelve a su casa, supuestamente curado, pero Beatriz duda de su salud mental. El cuadro había incluido insomnio, paranoia, comportamientos obsesivo compulsivos, excitación psicomotriz y violencia física brutal. A su mujer se le dificulta estar tranquila con la idea, teme que el cuadro se vuelva a disparar y por eso, no deja de observar detenidamente a su marido. Al mismo tiempo, Donatello, el gato de la familia, rechaza a Luis apenas este regresa a casa, lo ataca y araña, desapareciendo misteriosamente desde ese día sin dejar rastros. Por un lado, Beatriz recupera a su pareja, la persona que ha amado durante 25 años, con el que ha tenido tantos proyectos compartidos. Pero por otro, duda si será la misma persona. O peor aún, si el brote volverá a repetirse.

    Comentario

    Séptima película de Carlos Sorín (“Historias mínimas”, “La ventana”), un minucioso drama de suspense protagonizado por Beatriz Spelzini y Luis Luque que cuenta la historia sobre una mujer que quiere recuperar a su marido que ha sufrido un brote psicótico. Sorín desarrolla un suspense loght, un género que nunca había tocado hasta ahora, apoyándose, como casi siempre en su cine, de una economía de recursos (se cuenta mucho con muy poco), un prolijo trabajo de realización: encuadres con cuidada composición (simetrías, geometrías diversas), una buena fotografía que realzan la estética, reforzada por colores de espacios y vestuario.