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Sinopsis
En 1913, Gregorio Valero Contreras (Daniel Dicenta) y León Sánchez Gascón (José Manuel Cervino), amigos y vecinos de Osa de la Vega, Cuenca, son detenidos como autores de la muerte de José María Grimaldos López (Guillermo Montesinos), pastor de oficio y compañero de los anteriores. El juez de Instrucción, pasado un tiempo, y por falta de pruebas dio por sobreseído el sumario, pero en 1.913 un nuevo juez, bajo ciertas presiones, lo vuelve a abrir. El pueblo los acusa, incluso la mujer de Gregorio, Dolores Varón Pavo (Amparo Soler Leal) reúne pruebas contra ellos. Los dos hombres confiesan el crimen tras ser sometidos a brutales torturas, hasta el punto que al cabo de siete días no sólo habían confesado su crimen sino que también habían reconstruido parte del mismo. Gregorio y León contaron de muy diversas maneras de qué forma sea habían deshecho del cuerpo de su víctima: un cuerpo que nunca había llegado a aparecer. En 1.918 se vio la causa en la Audiencia de Cuenca y, al confesarse culpables, los dos pastores consiguieron que la pena de muerte que el Fiscal había pedido para ellos, se les conmutara por dieciocho años de prisión. Acogidos a diversos indultos a los que son acreedores por su buen comportamiento en sus respectivas prisiones, uno y otro alcanzan la libertad provisional en 1924. Han pasado 11 años en la cárcel. Apenas cumplidos dos años de libertad, José María Grimaldos López, víctima del robo con homicidio, aparece en Mira de la Sierra, en la misma provincia de Cuenca. La aparición del pastor viene a poner en evidencia el monstruoso error judicial cometido. Dos hombres han confesado un crimen que no han cometido a base de torturas. Tres de las personas implicadas directamente en este error judicial se suicidan al ser promovido un juicio de revisión del caso.