Titulo original: El ángel
Año: 1969
País: España
Duración: 98 min.
Dirección: Vicente Escrivá
Guión: Vicente Escrivá.
Música:
Gregorio García Segura.
Temas musicales: “El ángel”; interpretado por Raphael; “Madre”, interpretado por Raphael; “Corazón corazón”, interpretado por Raphael; “Vive tu vida”, interpretado por Raphael; “La canción del tamborilero”, interpretado por Raphael; “Creo”, interpretado por Raphael; “La bamba”, interpretado por Raphael; y “Ave Maria”, de Franz Schubert, interpretado por Raphael.
Intérpretes
Raphael, Anna Gael, Héctor Suárez, José Ramón Giner, Roberto Camardiel, José Sacristán, Ana María Custodio, Rafael Alonso, David Areu, Luis Barboo, José Bastida, Fabián Conde, Mari Carmen Fleta, Rafael Hernández, Víctor Israel, Guillermo Méndez, María Isabel Pallarés, Mercedes Parra, Franco Pesce, Javier de Rivera, María Saavedra y Fernando Sánchez Polack.
Sinopsis
El Ángel (Raphael), astuto y habilísimo cerebro gris especializado en células fotoeléctricas, es propietario de una boîte elegante de Madrid donde, a su vez, actúa como cantante. El suicidio, provocado por él, de su amiga Ivet promueve una honda crisis en su vida que le hace apartarse de sus actividades y entra de religioso en un convento. La boîte, con la que mantendrá siempre una afectiva conexión, sigue funcionando en manos de un íntimo amigo suyo. La desaparición de el Ángel provoca un enorme estupor hasta que todo el mundo que la frecuentaba antes se entera de su nueva situación. El abandono de orientación técnica en que quedan sumidos sus amigos les obliga a éstos a interferirse en su vida conventual. La desaparición de una joya, sustraída por uno de sus amigos, provoca la salida de el Ángel del convento, por solidaridad con uno de ellos. Al final, todo se soluciona y el Ángel encuentra su camino.
Comentario
Raphael es aquí el cantante-propietario de una discoteca que ingresa en un convento a consecuencia de una fuerte crisis personal, pero sin dejar por ello de atender el negocio. La película supuso un cruce entre el cine de estampita, del que Vicente Escrivá fue uno de sus principales valedores, y el típico vehículo de lucimiento personal de Raphael. A través de anécdotas divertidísimas se mezclan entre los ingenuos y asombrados frailes del convento, provocando en la película situaciones cómico-tierno-sentimentales de gran eficacia