DRÁCULA (1931)

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    Titulo original: Dracula
    Año: 1931
    País: EE.UU.
    Duración: 84 min.
    Dirección: Tod Browning
    Guión: Hamilton Deane, John L. Balderston y Garrett Fort, basado en la novela de Bram Stocker
    Música: Piotr Tchaikovsky y Richard Wagner

    Intérpretes

    Bela Lugosi, Helen Chandler, David Manners, Dwight Frye, Edward Van Sloan, Herbert Bunston, Frances Dade, Joan Standing, Charles K. Gerrard, Anna Bakacs, Nicholas Bela, Daisy Belmore, Barbara Bozoky, Moon Carroll, Geraldine Dvorak, Anita Harder, Carla Laemmle, Donald Murphy, Cornelia Thaw, Dorothy Tree, Josephine Velez y Michael Visaroff.

    Sinopsis

    Renfield (Dwight Frye), un agente inmobiliario británico, llega a Transilvania para acabar de arreglar los trámites de la compra de una mansión inglesa por parte de un noble local, el conde Drácula. Llaga a un pequeño pueblo próximo al castillo del conde cuando el sol se está poniendo tras las montañas, negras y puntiagudas. El entorno, agreste y hostil, hace muy difícil la vida a los campesinos del lugar, hombres atemorizados y muy aprensivos. En la posada del pueblo, su dueño aconseja a Renfield que, dado que ya se ha puesto el sol, no se le ocurra pasar por el desfiladero del Borgo, que le conduce al castillo, aunque se niega a explicarle los motivos. Pese a la recomendación, Renfield logra alquilar, tras muchas dificultades, un conche de caballos cuyo cochero le dejará en la entrada del desfiladero, donde le espera otro coche enviado desde el castillo por el conde para recogerle. Es noche cerrada y en el sinuoso e interminable camino solo se oye el lejano aullido de los lobos y los murciélagos que no dejan de revolotear. Por fin llega al castillo descubriendo con asombro que no hay cochero en el pescante del coche de caballos que le ha llevado hasta allí. En el patio del castillo un hombre de impecable aspecto le da la bienvenida y le invita a subir por una siniestra escalera repleta de telarañas que son atravesadas, sin romperse, por su anfitrión. Es el conde Drácula (Bela Lugosi), un ser amable y hospitalario que conduce a Renfield a su habitación mientras le pregunta si le apetece comer o beber algo. Bebe un vaso de vino aunque Drácula no le acompaña, indicándole que él nunca bebe… vino. A partir de esa noche Renfield se convierte en un esclavo de Drácula, un vampiro. En su regreso a Inglaterra, Renfield, siguiendo instrucciones de quién es ya su amo, le lleva en un ataúd en la bodega del barco. A su llegada a Inglaterra toda la tripulación del barco ha muerto, mostrando sus cuerpos una extraña palidez y dos marcas en las gargantas y el capitán permanece atado al timón con la espalda destrozada. Solo Re

    Comentario

    La primera y más famosa adaptación de la novela de Bran Stoker, aunque W. F. Murnau ya la había tomado como base para "Nosferatu, el vampiro", en 1921, por un problema de derechos no pudo utilizar el nombre de Drácula. La película marcó la pauta para la multitud de Dráculas, mas o menos fieles a Stoker, que se sucedieron desde entonces en la historia del cine, y consagró a Bela Lugosi como el malvado vampiro, personaje que le acompañó durante el resto de su vida hasta la muerte. Aunque para el personaje se había pensado en un principio en Lon Chaney, su prematura muerte provocó que se buscase a Lugosi, un actor desconocido hasta entonces, de origen húngaro y que hablaba inglés con un fuerte acento, pero que había representado a Drácula en el teatro. La película fue lanzada como la más extraña historia de amor de todos los tiempos y recogía elementos del expresionismo alemán (excelente fotografía de Karl Freund, antiguo colaborador de Murnau). A parir de su estreno, su productora, la Universal, se convertiría durante más de una década en el estudio de Hollywood especializado en el cine de terror,