DOS DÍAS EN NUEVA YORK (2012)

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    Titulo original: 2 days in New York
    Año: 2012
    País: Francia – Alemania – Bélgica
    Duración: 96 min.
    Dirección: Julie Delpy
    Guión: Julie Delpy, Alexia Landeau y Alexandre Nahon
    Música: Julie Delpy

    Intérpretes

    Julie Delpy, Chris Rock, Albert Delpy, Alexia Landeau, Alex Nahon, Kate Burton, Dylan Baker, Daniel Brühl, Talen Ruth Riley, Owen Shipman, Malinda Williams, Carmen Lopez, Emily Wagner, Arthur French, Petronia Paley, Alex Manette, Marcus Ho, Gregory Korostishevsky, Mai Loan Tran, Pun Bandhu, Johnny Tran, Darlene Violette, Seth Barrish, Bhavesh Patel, Brady Smith, Simon Jutras, Tatina de Marinis, Kendra Mylnechuk, Angela Rago, Luigi Scorcia, Christy Nacinovich, Panicker Upendran, David Coburn, Abby, Anna Kuchma, Vincent Gallo y Ashley Klein

    Sinopsis

    Hace tiempo que la fotógrafa Marión (Julie Delpy) se separó de Jack y vive en Manhattan con Mingus (Jack Rock), su nueva pareja. Sin embargo todo cambia cuando se presenten en su casa su excéntrico padre Jeannot (Albert Delpy) y su hermana de Marion, Rose (Alexia Landeau), que ha decidido llevarse con ellos a su ex, para pasar unos días en Nueva York. Todo esto se sumará además a la preparación de la próxima exposición de fotos de Marion, un cóctel que provocará una mezcla explosiva. Entonces, incluso Mingus pensará en dejar a Marion.

    Comentario

    A lo mejor ya no hacía falta hacer las maletas, teníamos suficiente con “2 días en Paris”. Porque ahora la omnipresente Julie Delpy (hasta su padre de ficción lo es en la vida real…) no aporta nada más allá de aquel pseudo-simpático cuadro de costumbres parisinas y sus choques culturales correspondientes. Delpy se mantuvo entonces en la cuerda floja de milagro. Ahora no, y el tropezón molesta y es evidente. Es decir: que en Nueva York pasan otras cosas distintas, claro está, y algunas entretenidas, aunque básicamente la idea, los recursos narrativos y los personajes siguen ahí y no deja de resultar previsible, tópico y facilón lo que les ocurre en Manhattan. Y eso que Nueva York, como ciudad, asoma bien poco, no es muy protagonista y hasta llega a parecer como imagen una mera disculpa. Una pena, ya que había material de sobra para cambiar no sólo de aires sino de claves, de inspiración… pero las musas que iluminan ahora a Delpy son decididamente dudosas: el pasaje de la “venta del alma”, por ejemplo, incoherente y un tanto inaudito (y no digamos la aparición de Vincent Gallo, en plan amigo estelar). O –lo que es más grave- la escasa química entre ella y Chris Rock (sus diálogos con el troquel de Obama, una calamidad!) son dos buenos actores en una conjunción de pareja desaprovechada.Y al final…pues ya que todo está dibujado y dicho y hasta redicho, casi da igual lo que ocurra.