Titulo original: Diamonds are Forever
Año: 1971
País: Gran Bretaña - EE.UU.
Duración: 120 min.
Dirección: Guy Hamilton
Guión: Richard Maibaum y Tom Mankiewicz, basado en la novela de Ian Fleming
Música:
Jonh Barry
Tema musical: “Diamond are Forever”, interpretado por Shirley Bassey.
Intérpretes
Sean Connery, Jill St. John, Charles Gray, Lana Wood, Jimmy Dean, Bruce Cabot, Bernard Lee, Putter Smith, Bruce Glover, Norman Burton, Joseph Furst, Desmond Llewelyn, Leonard Barr, Lois Maxwell, Margaret Lacey, Joe Robinson, David De Keyser, Laurence Naismith, David Bauer, Sid Haig, Marc Lawrence, John Abineri , Ray Baker, Ed Bishop, Nicky Blair, Larry J. Blake, Ed Call, George Lane Cooper, Dick Crockett, Catherine Deeney, Gary Dubin, Clifford Earl, Mark Elwes, Brinsley Forde, Constantine Gregory, David Healy, Karl Held, Roy Hollis, Bill Hutchinson, Janos Kurucz, Lola Larson, Debbie Letteau, Frank Mann, Connie Mason, Don Messick, Burt Metcalfe, Johnny Miller, Frank Olegario, Trina Parks, Denise Perrier, Valerie Perrine, Shane Rimmer, Henry Rowland, Gordon Ruttan, Jay Sarno, Tom Steele, Michael Valente y E.J. “Tex” Young.
Premios
Nominada al Oscar al Mejor Sonido.
Sinopsis
En poco tiempo se han producido en Suráfrica varios asesinatos de personas relacionadas con los diamantes. James Bond (Sean Connery), bajo la personalidad de un consultor de transportes, es enviado a una nueva misión en Ámsterdam, centro del comercio de diamantes del mundo, donde tendrá que investigar una operación de contrabando de diamantes. Para ello, el agente secreto se infiltra en una red de criminales donde conoce a la contrabandista Tiffany Case (Jill St. John), miembro de la banda, que le propone transportar un alijo de diamantes hasta Los Angeles. Las pistas le llevan hasta Las Vegas, donde descubre que su enemigo Blofeld (Charles Gray), a quien Bond creía muerto, sigue vivo y tiene secuestrado al magnate Willard White (Jimmy Dean) asumiendo el control de su imperio. Blofeld amenaza con lanzar un satélite de destrucción con diamantes incrustados contra Washington DC si no le pagan un rescate por el millonario. James Bond tendrá que usar sus mejores estrategias si quiere ganarle la batalla a Blofeld.
Comentario
Séptima película de James Bond. Tras el fracaso comercial de “Al servicio secreto de Su Majestad”, donde el personaje de Bond estuvo encarnado por el modelo australiano George Lazenby, los productores de la serie convencieron a Sean Connery -más de un millón de dólares tuvo la culpa- para que volviera a incorporar una vez más al agente 007 en una nueva y trepidante aventura que, siguiendo la tradición, se desarrollaba en múltiples escenarios, como Amsterdam, Los Angeles y Las Vegas, todos ellos marcos de una historia que enfrenta al agente con licencia para matar con un peligroso contrabandista de diamantes. Una historia colorista con un estilo cercano al cómic cuyo éxito de taquilla permitió a Connery una salida triunfal de la serie y le proporcionó el papel de policía corrupto en “La ofensa”, de Sidney Lumet, con la que el actor escocés dio un nuevo rumbo a su carrera, aunque regresaría al personaje (de nuevo por dinero y con unos productores diferentes) en “Nunca digas nunca jamás”.
