Intérpretes
Sinopsis
En una ciudad provinciana, Carmen y Miguel son los típicos novios que no consiguen reunir los medios para poder casarse. Estas dificultades aparecen suscitadas por las ilusiones y los sueños de Miguel, que quisiera probar suerte marchándose del rincón donde vive y saliendo al mundo a luchar por el difícil triunfo de la vida. En estos sueños le alienta don Pablo, músico de la Banda Municipal y tío de Carmen, que en su juventud tuvo sueños semejantes sin llegar a realizarlos. Carmen vive con su tía doña Antonia, que no se trata con su hermano, don Pablo y cuya única aspiración es ver casada a su sobrina, ya que «para solterona en la familia hay bastante con ella». Con motivo de la llegada a Cádiz de un lujoso trasatlántico, en el cual viaja un Presidente de un país sudamericano oriundo de la ciudad, los dos viejos se pelean tratando de conseguir para sus respectivos «protegidos», la realización de sus planes. Don Pablo empuja a Miguel para que por medio de Katy, atractiva agregada de Prensa en el séquito del Presidente, consiga el ansiado pasaje para marcharse, evitando así el convertirse en un fracasado. Doña Antonia, más decidida, consigue comprometer de tal forma al Presidente durante la celebración de un vino español, que logra para los novios un piso en la colonia de casas baratas que el Presidente debe inaugurar. Los sucesos se precipitan. Doña Antonia entiende que como la pareja ya tiene lo principal, el piso, hay que acelerar la boda, y removiendo Roma con Santiago consigue fijar la boda para fecha inmediata. La víspera de la boda Miguel sale con sus amigos y acaba la noche en el barco extranjero, invitado por Katy, la agregada de Prensa, a la fiesta que el Presidente celebra. La amistad con la periodista, que bordea el terreno de la conquista fácil, renueva en Miguel todas las inquietudes de triunfo y aventura cuando sólo faltan horas para su boda. Y por la mañana, al sonar las campanas de la iglesia anunciando la ceremonia, los acontecimientos se precipitan de la forma más inesperada, hasta que la pelícu