CULPABLE PARA UN DELITO

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    Titulo original: Culpable para un delito
    Año: 1966
    País: España
    Duración: 91 min.
    Dirección: José Antonio Duce
    Guión: Emilio Alfaro García y José Antonio Duce.
    Música: Antón García Abril.

    Intérpretes

    Marcelo Arroita-Jáuregui, Perla Cristal, Adriano Domínguez, José Luis Lespe, Dina Loy, Hans Meyer, Antonio Molino Rojo, Yelena Samarina.

    Sinopsis

    Un centenar de personas juran que Martín Baumer, antiguo boxeador caído en el olvido, ha asesinado de una puñalada por la espalda en las escaleras del metro a Horacio Ridakis, viejo amigo suyo. Martín afirma que es inocente y, durante su traslado al juzgado, consigue escaparse. La policía comienza su búsqueda por toda la ciudad. La esposa de Horacio parece ser la única persona que cree en su inocencia. Martín, perseguido por la justicia y por una diabólica personalidad oculta, decide investigar entre las personas relacionadas con Horacio, pero se produce otra muerte y, de nuevo, vuelve a ser acusado de asesinato. Además, a cada persona que pide ayuda o le abandona o le delata. Maltrecho, hambriento y solo, Martín piensa en abandonar sus investigaciones y entregarse a las autoridades. Pero, sus ansias de justicia y de libertad le mantienen con fuerza y le empujan a descubrir al verdadero culpable. Y cuando su resistencia ha llegado al límite, la sobrecogedora y sorprendente verdad surge como un aullido en la noche.

    Comentario

    Con características amateurs, Jesús Muro, Emilio Alfaro y José Antonio Duce forman la productora zaragozana Moncayo Films, que se estrena con esta película escrita por los propios Alfaro y Duce. Este, ha sido operador-jefe de algunos cortos en los que la calidad de la imagen era muy evidente. Con ese bagaje y un amor desmedido de buen cinéfilo, se lanza a dirigir su primer largometraje, queriendo demostrar que se puede producir barato un standard de calidad; sin meterse en más problemática que el puro juego de estilo. La película, en la línea del cine negro francés, transcurre en un país centroeuropeo imaginario. Naturalmente, lo importante es la intriga y la acción; y eso está plenamente conseguido mediante una planificación eficaz, milimétrica, de efecto directo. La ambientación lograda por Teddy Villalba resulta deslumbrante, si tenemos en cuenta que convierte los suburbios de una Zaragoza semirural aún, en los de una ciudad similar a Hamburgo. merece destacarse la fotografía del alumno de Duce, Víctor Monreal, que logrando una atmósfera expresionista verdaderamente apabullante. La película de un director de fotografía que ha estudiado mucho a Murnau, que hubiese merecido tener una continuidad como realizador cinematográfico.