Titulo original: Copie conforme
Año: 2010
País: Italia - Francia
Duración: 105 min.
Dirección: Abbas Kiarostami
Guión: Abbas Kiarostami
Intérpretes
Juliette Binoche, William Shimell, Jean-Claude Carrière, Agathe Natanson, Gianna Giachetti, Adrian Moore, Angelo Barbagallo, Andrea Laurenzi y Filippo Trojano.
Premios
Premio a la Mejor Actriz (Juliette Binoche) en el Festival de Cannes.
Espiga de Oro de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci)
Sinopsis
Ésta es la historia del encuentro entre un hombre y una mujer en un pequeño pueblo italiano del sur de la Toscana. Él, James Miller (William Shimell) es un escritor inglés que ha llegado para presentar su nuevo libro, “Copia certificada”. Ella (Juliette Binoche) es una galerista francesa con un hijo. Tras la conferencia, ella propone al escritor una pequeña excursión hasta la hora de tomar su tren de regreso. En su coche, la galerista le lleva a un pueblo cercano para que vea un determinado cuadro expuesto en un museo local, que tiene mucho que ver con la “copia certificada”. Durante el viaje surge el juego de las realidades y las apariencias y ella le propone hacerse pasar por marido y mujer. Las palabras adquieren un significado desconcertante, un rodeo a lo desconocido, a lo misterioso. De repente, este hombre y esta mujer que, al menos aparentemente, acaban de conocerse, están jugando a ser pareja. De hecho, lo hacen tan bien que parecen una pareja auténtica, o dos personas que llevan juntos por lo menos quince años. Ya han estado aquí. Ya han interpretado esta escena. Al igual que todas las parejas que vienen a hacer el amor en la Toscana, a inventarse su historia de amor, a interpretar su propia película. Una historia universal, que podría sucederle a cualquiera, en cualquier lugar.
Comentario
A la sombra de Bergman, Kieslowski, Woody Allen o Rossellini (con “Te querré siempre” abunda en similitudes) el director iraní Abbas Kiarostami juega con el espectador y ejerciendo de cine asta veterano y organiza un desconcierto general de lo más atractivo. El estudio de la pareja constituye en sí mismo todo un género. Lo que ocurre aquí es que mientras los directores mencionados le dieron un marcado toque autobiográfico, Kiarostami hace justamente lo contrario: se coloca por encima de la situación; y a esa intención obedecen detalles llenos de simbología, como el colgante que Ella lleva al cuello, una preciosa libélula, símbolo de la belleza, la fragilidad…y también del propio realizador que, una vez más, con su aparente sencillez en las formas, está practicando de entomólogo, de experto, en relaciones entre los humanos. En cualquier caso: hace Arte, consigue una película de altura copiándose a sí mismo porque, “El sabor de las cerezas” o “A través de los olivos” son igualmente historias pequeñas, en las que apenas pasan cosas, el resto no es sino una evolución imperceptible pero muy intensa de la existencia que es, en definitiva, la materia de la que están hechas las vidas de casi todos. Lo extraordinario lo aporta su sensibilidad, su poesía, al mostrárnoslo. Tampoco sería exagerado decir que refleja el peso, decisivo, de la mujer que, para bien o para mal, impone en una relación.De ahí el reparto de roles que adjudica a sus protagonistas: Ella, una actriz conocida, apabullante y maravillosa, Binoche. Y Él un cantante de ópera, perfecto desconocido para el gran público, que hace aún más creíble la incógnita del testigo casi mudo. Todo un ejercicio de gran estilo.