CÉSAR DEBE MORIR (2012)

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    Titulo original: Cesare deve morire
    Año: 2012
    País: Italia
    Duración: 76 min.
    Dirección: Paolo y Vittorio Taviani
    Guión: Paolo Taviani y Vittorio Taviani, a partir de la obra “Julio César” de William Shakespeare.
    Música: Giuliano Taviani y Carmelo Travia

    Intérpretes

    Cosimo Rega, Salvatore Striano, Giovanni Arcuri, Antonio Frasca, Juan Dario Bonetti, Vincenzo Gallo, Rosario Majorana, Francesco De Masi, Gennaro Solito, Vittorio Parrella, Pasquale Crapetti, Francesco Carusone, Fabio Rizzuto, Fabio Cavalli y Maurilio Giaffreda.

    Premios

    Oro de Oro a la Mejor Película y Premio Ecuménico del Festival Internacional de Cine de Berlín. Premio David di Donatello de la Academia de Cine Italiana a la Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Producción, Mejor Montaje y Mejor Sonido. Nominada a los Premios David di Donatello a la Mejor Fotografía, Mejor Música y Mejor Guión.
    Nominada a los Premios del Cine Europeo a la Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Montaje y al Premio del Público.

    Sinopsis

    El teatro de la cárcel Rebibbia de Roma. Acaba de terminar la representación de “Julio César”, de William Shakespeare; el público aplaude, entusiasmado. Las luces se apagan y los actores vuelven a su condición de presos camino de las celdas. Seis meses antes, el director de la cárcel y un director de teatro se dirigen a los presos para hablarles de un nuevo proyecto, la escenificación de la obra “Julio César” en la cárcel. El primer paso es el reparto. El segundo, el estudio del texto. El idioma universal de Shakespeare ayuda a los presos a identificarse con los personajes. Es un camino largo, difícil, plagado de ansiedad y de esperanza. Estos suelen ser los sentimientos que invaden a los presos en sus celdas, después de los ensayos. ¿Quién es Giovanni (Giovanni Arcuri), el hombre que encarna a César? ¿Y quién es Salvatore (Salvatore Striano), convertido en Bruto? ¿Qué han hecho para estar condenados al encarcelamiento? La película no intenta esconder sus crímenes. Pero el orgullo y la pasión que sienten por la obra no siempre libera a los presos de la exasperación que produce la cárcel. Sus violentos enfrentamientos incluso hacen peligrar la representación. Cuando llega el tan esperado día, los temores se recrudecen. El público es numeroso y muy diversificado: presos, actores, estudiantes, directores… Julio César vuelve a la vida en el escenario de una prisión. El éxito es total. Los presos regresan a sus celdas. “Casio” está entre ellos. Es uno de los personajes principales y también uno de los mejores actores. Hace muchos años que ingresó en la prisión Rebibbia, pero esta noche su celda no parece la misma, se siente en un entorno hostil. Se queda inmóvil un momento antes de girarse y mirar a cámara: “Desde que he conocido el arte, mi celda se ha convertido en una cárcel”.

    Comentario

    Acaba la representación de “Julio César” de Shakespeare. Tras la ovación los actores se retiran, sólo que no al camerino,sino a sus celdas, ya que son presos en Rebibbia, la prisión de máxima seguridad de Roma. Los hermanos Taviani (“Padre padrone”) han documentado los seis meses de ensayos de esta especial representación, un proceso complejo para los actores, a los que la palabra shakesperiana ha removido inteligencia y entrañas. No se trata aquí tanto de sacar partido morboso y docudramático a la realidad, pues poco o nada intuiremos del pasado real de estos hombres, sino de revitalizar los siempre misteriosos pasajes entre la vida y el arte. Es así que uno de los actores comenta en el arranque de la película: “Desde que he descubierto el arte esta celda se ha convertido verdaderamente en una prisión.