Intérpretes
Sinopsis
Un día cualquiera Alberto (Fernando Cayo) y su familia se reúnen con un grupo de amigos, todos de aproximadamente la misma edad, todos con hijos pequeños. Pero será el destino el que haga que sea precisamente el hijo de Alberto y Regina (Ana Fernández) el que desaparezca una tarde cálida de finales de verano. Tras una desesperada búsqueda, Alberto y Regina sabrán que su hijo se encuentra dentro de una casa en llamas. Alberto paralizado por el horror, es incapaz de superar la barrera de fuego e ir a salvar a su hijo de una muerte segura. Regina, impotente al estar sujeta por dos hombres le mira incrédula, ante la imposibilidad de Alberto, algo irrecuperable se rompe en el interior de los dos. Piotr (Jaroslaw Bielski), un inmigrante de un País del Este, irrumpe en la escena y sin dudarlo salva al pequeño de este infierno, este gesto le marcará para toda la vida, su cara queda desfigurada por el fuego. Una deuda cae sobre Alberto y Regina, la gratitud infinita, hacia un hombre desconocido capaz de hacer lo que Alberto no ha podido, y la admiración por la valentía que le faltó a él, hará que se convierta en su objetivo, en un camino obsesivo para saldar esa asignatura pendiente de terrible realidad. En ese camino, el inmigrante pasará a formar parte de este círculo que se irá contaminando de angustia y a ratos de pasión. A partir de este momento, la vida se tornará dura para este grupo familiar, los deseos ocultos, la inseguridad y el miedo a perderlo todo hacen mella en Alberto, que angustiosamente, pasará por situaciones que nunca hubiera imaginado, en un intento desesperado de salvar sus vidas. Con él de la mano, se viaja al mundo de los sentimientos, donde la lucha contra uno mismo y la decepción van recordando a cada paso que un día, un instante, se es capaz de cambiar toda una vida, que todo aquello que creemos perfecto, puede estar en la cuerda floja a cada minuto. Será un viaje revelador, una realidad que poco a poco cobrará fuerza junto a una sensación de tristeza al comprender, que nunca se podra alcanzar esa unión tan buscada por padre e hijo.