CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA

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    Titulo original: Canciones para después de una guerra
    Año: 1971
    País: España
    Duración: 115 min.
    Dirección: Basilio Martín Patino
    Guión: Basilio Martín Patino
    Música: Manuel Parada. Temas musicales: "Cara al sol"; "Ya hemos pasao", interpretado por Celia Gámez; "Canción del legionario"; "Chaparrita"; "Carrasclás"; "Yo te daré"; "Tiro liro"; "Jota de José Antonio"; "Echale guindas al pavo", interpretado por Imperio Argentina; "La bién pagá"; "Salud, dinero y amor"; "La hija de D. Juan Alba"; "La morena de mi copla"; "Mírame"; "Yo te diré", interpretado por Rosa León; "Que se mueran los feos"; "Tatuaje"; "La gallina Papanatas"; "Mi vaca lechera"; "En er mundo"; "La Chunga", "Mi casita de papel"; "Total, ¿para qué?"; "Raska yu"; "Santa Marta"; "Viajera”; "María Dolores"; "Amar y vivir"; "Los fichaos"; "Angelitos negros", interpretado por Antonio Machín; "Montañas Nevadas"; "Manolete"; "Mirando al mar", interpretado por Jorge Sepúlveda; "Lerele", interpretado por Lola Flores: "Francisco Alegre"; "La Televisión", "A lo loco"; "Americanos", interpretado por Lolita Sevilla; "Limosna de amor"; y "Se va el caimán".

    Sinopsis

    Historia del franquismo, desde el final de la guerra civil, hasta los años 50 a través de las canciones de la época, en forma de capítulos: fotos animadas de la victoria militar franquista, División Azul, la segunda guerra mundial, las imágenes de los primeros No-DO, el Auxilio Social, las películas de Cifesa, la Fiesta Nacional, la radio, el estraperlo, el racionamiento, la lotería, las americanas, con imágenes y música de la época.

    Comentario

    Uno de los documentales más importantes y representativos de la historia del cine español. Fue realizado de forma clandestina a primeros de los años setenta y prohibido de forma fulminante, sobre todo por la indignación que le suscita al almirante Carrero Blanco. Estrenado poco después de la muerte del general Franco, en 1976, alcanzó un enorme éxito comercial y adquirió la condición emblemática que reviste hoy en día. El atractivo de la película radica en su refinado sarcasmo, en las canciones mismas y en el dinamismo del montaje. Una historia de la posguerra española impregnada de tristeza, que Martín Patino realiza con algo de rabia, algo de desesperación y con una gran cantidad de cariño, de ternura y de inteligencia.