Titulo original: Canción de cuna
Año: 1994
País: España
Duración: 103 min.
Dirección: José Luis Garci
Guión: José Luis Garci y Horacio Valcárcel. Según una obra de Gregorio Martínez Sierra
Música:
Manuel Balboa.
Intérpretes
Fiorella Faltoyano, Amparo Larrañaga, María Massip, Virginia Mataix, Diana Peñalver, Mª Luisa Ponte, Maribel Verdú, Carmelo Gómez, Alfredo Landa, Dolores Aguado, Carmen Jiménez, José Luis Garci, Olvido Lorente, Rebeca Tébar y Beatrice Sartori
Premios
Premio Goya a la Mejor Fotografía, a la Mejor Actriz de Reparto, (María Luisa Ponte), Mejor Dirección Artística y Mejor Vestuario. Nominada al Goya a la Mejor Película, Mejor director, Mejor Montaje, Mejor Actor principal (Alfredo Landa), Mejor Maquillaje y Peluquería, Mejor Música y Mejor Guión Adaptado.Gran Premio Especial del Jurado del Festival de Cine de Montreal, Premio Ecuménico y Premio al Mejor Director.
Sinopsis
En las postrimerías del siglo XIX la vida apacible y tranquila de unas monjas de clausura se ve alterada al descubrir el cuerpo abandonado de una recién nacida a las puertas de su provinciano convento, despertando en ellas de modo súbito su instinto protector y maternal. Todo tipo de reacciones positivas surgen entre las monjas, al mismo tiempo que, percatándose de la magnitud del problema, el médico local, don José (Alfredo Landa), enamorado sin esperanza de la madre superiora, la madre Teresa (Fiorella Faltoyano) ofrece con toda generosidad la más humana de las soluciones: él adoptará y dará nombre a la pequeña, pero las monjas deberán encargarse de su cuidado y educación. Dieciocho años más tarde, se despedirán de ella (Maribel Verdú) cuando, convertida en una hermosa adolescente, se disponga a contraer matrimonio con Pablo (Carmelo Gómez).
Comentario
Tras siete años alejado de la dirección cinematográfica, trabajado en la televisión y en la edición de libros de cine, José Luis Garcí volvió a ponerse tras la cámara para realizar la primera adaptación de su carrera, en este caso de la obra de teatro de Martínez Sierra, que ya había sido llevada al cine anteriormente, por Mitchael Leisen en 1933 en Hollywood, por el propio autor en Argentina en 1941, por Fernando de Fuentes en 1952 en México y por José María Elorrieta en 1961 en España. Garci inicia aquí una trilogía sobre adaptaciones decimonónicas que se completaría después con “La herida luminosa” y “El abuelo”. A destacar una brillante fotografía de Manuel Rojas que moriría poco después de haber finalizado este trabajo.