Intérpretes
Sinopsis
La pareja felizmente casada compuesta por Sarah (Nicole Kidman) y Kyle Miller (Nicolas Cage) parece tenerlo todo: un elegante y apartado hogar, con todas las comodidades imaginables, y una adorable aunque rebelde hija adolescente, Avery (Liana Liberato). Kyle es un tratante de diamantes de gran éxito y Sarah es arquitecta, ella misma ha diseñado su extenso y moderno hogar de cristal, piedra y acero, rodeado de densa vegetación. Kyle, con su imponente físico bronceado y torneado, maneja con pericia su Porsche por las curvas bordeadas de árboles que conducen hasta la entrada de su hogar. Recién llegado a casa del trabajo, entra en la cocina para encontrar a Sarah y Avery discutiendo. Kyle se retira tras la puerta cerrada de su despacho, mientras el sistema de seguridad de la casa pasa al modo nocturno: la iluminación exterior de buen gusto resalta los jardines, se activan los cierres de la verja y el circuito cerrado de televisión y los infrarrojos cobran vida. Sarah, con su luminosa belleza natural, lleva una bandeja con algo de cena al cuarto de Avery, con la esperanza de hacer las paces, pero Avery se niega y Sarah deja la bandeja cerca. Abajo, Kyle se encuentra introduciendo la combinación de una caja fuerte de pared, pero se sobresalta cuando Sarah llama a su puerta y lo invita a unirse a ella para cenar antes de la reunión que tiene esa noche. Kyle aparece, con traje de trabajo, y Sarah le entrega una copa de vino. Se besan, pero Kyle parece retirarse un poco antes de tiempo. Un timbre electrónico interrumpe el incómodo momento. Kyle, indeciso entre atender la inesperada llamada o continuar con Sarah, acude al monitor de seguridad. Dos agentes de policía, a los que únicamente se les aprecian los detalles de sus uniformes, piden a Kyle que reúna a todos los miembros de la familia en el cuarto de estar. Kyle marca el código de seguridad mientras Sarah sube al cuarto de Avery, solo para encontrar la puerta cerrada. Kyle, sintiendo el discreto apremio de los agentes, grita a Avery para que baje de inmediato pero, al fijarse en la ropa y el maquillaje dispersos por la habitación, Sarah se da cuenta de que Avery se ha marchado. Los policías se acercan a la casa con la cabeza agachada, Kyle abre la puerta para recibirlos y la pesadilla comienza: se encuentra ante las horripilantes máscaras de una desesperada banda de intrusos que irrumpen violentamente en la casa y anuncian que quieren “todo lo que tengan”. Pero, cuando Kyle se atreve a desafiarlos, se ve obligado a hacer uso de toda su pericia como vendedor en este juego de ingenio y voluntad en el que tanto se juega, en un intento por salvar las vidas y los sueños de su familia.