Intérpretes
Sinopsis
Se han producido dos robos realizados por diferentes ladrones. En uno de ellos, Alvin (Jaime Foxx) un ratero de poca monta ha robado en una fabrica de langostinos; en el otro, los criminales Jaster (Robert Pastorelli) y Bristol (Doug Hutchison), han asaltado la Reserva Federal del oro y se han llevado más de 40 millones de dólares en lingotes, después de matar a varios policías. Uno de los criminales, Bristol, traiciona a su compañero Jaster, por lo que éste termina en la cárcel, en donde comparte celda con Alvin. Tras sufrir un ataque al corazón, y como le queda poco tiempo de vida, las últimas palabras de Jaster son para Alvin a quien le da un mensaje codificado para que éste se lo entregue a su esposa y, además, le confía una pista en clave sobre el oro que escondió antes de que le metieran en prisión. En ese momento, entra en escena un investigador del Tesoro encargado del caso, Clenteen (David Morse), que hará todo lo posible para conseguir recuperar el oro y le ofrece a Alvin la libertad a cambio de colaborar con él. Año y medio después, Alvin se convertirá, sin saberlo, en el cebo (bait) de una caza, pues el agente del Tesoro Clenteen, que le interrogó poco después de la muerte de Jaster y que va en busca del cerebro que hubo tras el robo del oro, tiene la certeza de que Alvin sabe más de lo que dice. A punto de quedar en libertad, hay algo que Alvin no comprende. No sabe porqué su sentencia por pequeños hurtos ha sido borrada de sus antecedentes ni tampoco por qué le han caído de la nada más de 10.000 dólares sin muchas explicaciones. Lo que Alvin tampoco sabe es que ademas de ser el cebo, le han implantado un chip electrónico para que esté siempre localizable. Todo, dentro de un sinuoso plan del gobierno, para capturar al asesino Bristol,. Pero Alvin está empezando a desconfiar. Una vez en la calle, Alvin intenta reconducir su vida. Para ello debe solucionar los problemas con su novia Lisa (Kimberly Elisa) y solucionar un par de asuntos pendientes.