Adolfo Waitzman.
Intérpretes
Sinopsis
Los modestos empleados del Banco de los Previsores del Mañana reciben con disgusto la noticia del cese del director de la sucursal, don Felipe (José Orjas), que ha sido despedido debido a su política de préstamos financieramente arriesgada. Sin embargo, uno de los empleados, Galindo (José Luis López Vázquez), un infeliz soñador que trabaja como cajero en la sucursal ve en la mala noticia el momento que había estado esperando desde hace tiempo. Reúne a un grupo de compañeros y les expone que va a atracar la sucursal, sin que ahora pudiera salir perjudicado don Felipe. Se mofan de él en primera instancia, pero cuando le comenta que el atraco lo pueden dar entre todos, las dificultades económicas de todos ellos (uno quiere casarse, otro pagar las letras del televisor, un tercero viajar a Logroño…) acaban por decidirles sobre la viabilidad del proyecto. Los seis empleados se reúnen por la noche en casa de Galindo para preparar el plan de forma muy minuciosa y decidir el reparto de beneficios. Discuten sobre las cantidades a repartir hasta que, inesperadamente, aparece la policía en la casa y casualmente descubren que el conserje Martínez (Casto Sendra “Cassen”) tiene apendicitis y debe ser operado inmediatamente. Otras reuniones de los futuros atracadores también son interrumpidas por los motivos más peregrinos. Galindo, en los mismos días, se topa con un delincuente internacional y con una vedette, Katia (Katia Loritz) a los que, en la euforia de una borrachera, comunica sus planes. El día del atraco hay malos augurios la mujer del conserje está de parto, los clientes se amontonan en la sucursal, pues algunos desean retirar dinero y Galindo se muestra reticente, ya que quiere que la caja tenga el máximo dinero posible, el coche que van a emplear en el atraco se estropea y hasta el antiguo director se pasa por allí a recoger unos papeles. Pese a ello en la oficina todo el mundo se prepara. A las tres de la tarde aparecen tres atracadores embozados; los empleados les reciben alborozados pero, tras golpear al director, descubren que no son sus amigos sino unos atracadores de verdad. Cuando están recogiendo el dinero llegan sus atracadores y es tal el jaleo que se arma que los empleados se hacen con los primeros asaltantes. Los entregan a la policía y el Consejo del banco decide premiarles con una paga extraordinaria, son citados en el Boletín de la entidad y el viejo don Felipe recibe una condecoración y es reintegrado a su puesto.