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Sinopsis
Victor Mancini (Sam Rockwell), en un esfuerzo por sufragar el caro tratamiento médico en un hospital privado de su madre Ida J. Mancini (Angelica Huston), en tiempos políticamente radical y ahora demente, se dedica a timar a la gente. Mientras come en restaurantes de lujo, de forma deliberada hace que se atraganta con la comida, permitiendo a los buenos samaritanos que le salvan que, después de sus heroicas maniobras,, se sientan responsables de él y le manden un cheque. Su trabajo diario no puede ser menos convencional: representa el papel de un miserable campesino y siervo irlandés del siglo XVIII en un parque temático de carácter histórico. Y cuando no está ocupado aprovechándose de los peregrinos, vomitando a diestro y siniestro o visitando a una madre que no le reconoce, Victor está tratando de recuperarse de su adicción al sexo (o manteniendo encuentros prohibidos en los baños de la sala de reuniones). No es sorprendente que Victor se sienta a la deriva. Pero cuando su cada vez más débil madre insinúa que quizás ya esté preparada para revelar la identidad secreta de su durante largo tiempo perdido padre, Victor recobra la esperanza de encontrar finalmente las respuestas que ha estado buscando. Con la ayuda de su compañero de adicción al sexo Denny (Brad William Henke), Victor hace amistad con la joven doctora de su madre, Paige Marshall (Kelly MacDonald), quien le lleva a creer que sus orígenes quizás puedan ser mucho más sorprendentemente divinos de lo que jamás pudo nunca haber imaginado. Así, ¿es todavía Victor Mancini el perdedor sin honor que siempre ha creído que iba a ser durante el resto de su vida o es posible que sea una especie de loco salvador?
