ARROGANTES Y EXQUISITOS

    145
    Titulo original: Stiff Upper Lips
    Año: 1998
    País: Gran Bretaña
    Duración: 99 min.
    Dirección: Gary Sinyor
    Guión: Gary Sinyor, Paul Simpkin, Richard Sparks y Stephen Deitch.
    Música: David A. Hughes y John Murphy

    Intérpretes

    Peter Ustinov, Prunella Scales, Georgina Cates, Samuel West, Robert Portal, Sean Pertwee, Frank Finlay, Brian Glover, David Artus, Kevin Furlong, Nichoras Selby, John Boswell, Jon Croft, Charles Simon, Anna Livia Ryan, Geoffrey Palmer, David Ashton y David Brain.

    Sinopsis

    Inglaterra, 1908. La clase media-alta británica se debate y se agita entre la depresión y los corsés fuertemente ajustados de la época. Una muchacha, Emily Ivory (Georgina Cates), está ansiosa por satisfacer su curiosidad sobre el sexo. Cedric (Robert Portal), el mejor amigo de su hermano Edward (Samuel West), ha sido elegido para contraer matrimonio con Emily. Pero Cedric, un erudito amante de la poesía, siempre pertrechado tras sus poéticos anteojos, comienza a descubrir su creciente pasión por Edward. George (Sean Pertwee), el rudo y muy bien dotado cazador de conejos de la finca, salva a Emily de perecer ahogada. En este momento, Emily se da cuenta del despertar de sus pasiones, pero sus más íntimos e irreprimibles deseos se ven sofocados por la represión de la época y por su tía Agnes (Prunella Scalles), quién siente debilidad por el té de las cinco, el crícket y un buen azote… La tía Agnes, harta de los sirvientes ingleses y preocupada por la salud de Emily, hace acopio de todas sus armas de persuasión y embarca a la familia en un viaje que les llevará a Italia y a la India, sin percatarse de la atracción que ha surgido entre Lloyd y Emily. El séquito va haciendo estragos a lo largo y ancho de dos continentes mientras George permanece solo y altivo ante la gran cantidad de prejuicios.

    Comentario

    Una gamberrada paródica del cine de época que el británico Gary Sinior realiza utilizando las mismas armas que habitualmente emplea el elegante y políticamente correcto cine de su país cuando recrea la era victoriana. La película crea con ironía, humor y bastantes guiños cinéfilos (hay multitud de planos copiados literalmente de otros filmes considerados como muy serios), los aspectos más ridículos de la aristocracia inglesa de comienzos del siglo XX, apasionada por el té de las cinco y de las partidas de cricket, reprimida sexualmente y llena de tics cuando menos excéntricos.