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Sinopsis
Al sargento de policía Roger Murtagh (Danny Glover) le es asignado un nuevo compañero. Se trata de Martin Riggs (Mel Gibson), un policía de caracter inestable y desequilibrado, que no ha superado la muerte de su esposa. Riggs es una máquina de matar al que no le importa el riesgo que pueda correr su vida, perfectamente entrenado por la CIA para operaciones especiales secretas y miembro de una unidad especial durante la guerra de Vietnam, cuya experiencia y temeridad suicida le convierten en un arma letal para cualquiera que trabaje contra él… o con él. Trasladado desde la brigada de narcóticos a la de homicidios, se dice que o bien está buscando una pensión para psicópatas o simplemente, que quiere morir. Murtaugh es el extremo opuesto, un detective de homicidios de impecable hoja de servicios y un tranquilo padre de familia, con una gran casa y una sólida reputación que no quiere perder. La unión de ambos no puede empezar peor, detestándose mutuamente. Lo que la pareja no puede saber es que la guerra en la que ambos lucharon en el sudeste asiático va a volver a atraparlos de nuevo en Los Ángeles. Así la colaboración que se ven obligados a compartir se convierte en la clave para sobrevivir, cuando una rutinaria investigación de asesinato les lleva hasta una organización internacional de tráfico de heroína mucho más complicada y peligrosa de lo que sospechaban. A medida que el rompecabezas empieza a unir sus piezas es Riggs quien primero se da cuenta de que él y Murtaugh están tratando con una organización criminal mucho más complicada e importante de lo que sospechaban. Cuando Irish (Darlene Love), la hermosa hija de Murtaugh se convierte en un peón de este peligroso juego de ajedrez, el detective comprenderá que su neurótico socio Riggs es su única esperanza, el único policía que puede ayudarle.
