ANONYMOUS

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    Titulo original: Anonymous
    Año: 2011
    País: EE.UU. - Alemania
    Duración: 130 min.
    Dirección: Roland Emmerich
    Guión: John Orloff.
    Música: Harald Kloser y Thomas Wander.

    Intérpretes

    Rhys Ifans, Vanessa Redgrave, Sebastian Armesto, Rafe Spall, David Thewlis, Edward Hogg, Xavier Samuel, Sam Reid, Jamie Campbell Bower, Joely Richardson, Paolo De Vita, Trystan Gravelle, Robert Emms, Tony Way, Julian Bleach, Derek Jacobi, Alex Hassell, James Garnon, Mark Rylance, Jasper Britton, Michael Brown, Ned Dennehy, John Keogh, Lloyd Hutchinson, Vicky Krieps, Helen Baxendale, Paula Schramm, Amy Kwolek, Luke Taylor, Isaiah Michalski, Timo Huber, Richard Durdan, Shaun Lawton, Detlef Bothe, James Clyde, Christian Sengewald, Jean-Loup Fourure, Victoria Gabrysch, Axel Sichrovsky, Katrin Pollitt, Patricia Grove, Laura Lo Zito, Gode Benedix, Nic Romm, Henry Lloyd-Hughes, Patrick Diemling, Patrick Heyn, Nino Sandow, Craig Salisbury, Rainer Guldener, Trystan Puetter, André Kaczmarczyk, Jonas Hämmerle, Leonard Kinzinger, Mike Maas, Christian Leonard, Christian Banzhaf, Victor Calero, Martin Engler, Alfred Hartung, Oliver Kube, Christian Ludwig, Oliver Rickenbacher, Claudius von Stolzmann, Anna Altmann, Carsten Berger, Ulrike Brandt, Andreas Frakowiak, Claudia Funke, Elisabeth Milarch, Dennis Oestreich, Michael S. Ruscheinsky, Antje Thiele, Tom Wlaschiha, Alexander Yassin, Martina Ysker, Joachim Paul Assböck, Oli Bigalke, Hendrik Maab, Gesche Picolin y Alexandra Surer.

    Premios

    Nominada al Oscar al Mejor Vestuario.

    Sinopsis

    Nueva York. Un autor teatral llega apresurado a un teatro de Broadway. Es la noche del estreno de “Anonymous”, en la que ejerce de narrador. Los hechos desvelan que William Shakespeare no fue el autor de las obras que se le atribuyen. Inglaterra en el siglo XVI. Por las calles de Londres deambulan Ben Jonson (Sebastian Armesto), un autor teatral sin suerte para que le publiquen sus obras, William Shakespeare (Rafe Spall), un actor juerguista de segunda fila, y Edward De Vere (Rhys Ifans9, el Conde de Oxford, casado con Anne Cecile (Helen Baxendale9, fruto de un acuerdo entre el conde, cuando era joven (Jaime Campbell Bower), y el padre de esta, William Cecil (David Thewlis), el primer ministro real, quién lo acogió con cierta resistencia, al igual que su otro hijo Robert Cecil (Edward Hogg). Durante su juventud De Vere mantuvo relaciones con Isabel (Joely Ruchardson), la que se convertiría en la reina Isabel I (Vanesa Redgrave). Fruto de ellas fue el Conde de Southamton (Xavier Samuel). Cuando William Cecil se entera de esto, fuerza al Conde de Oxford a olvidarse de ello, mantener su relación con Anne (Amy Kwolek), y especialmente, olvidarse de escribir. A pesar de ello, Edward De Vere siguió escribiendo, y tratando de convencer a Ben Jonson para que represente sus obras en los teatros de Londres con grandes cantidades de dinero. Pero éste se muestra reticente, lo que aprovecha William Shakespeare para declararse autor de las obras, a cual más exitosa, aprovechándose de la fama que logra, mientras que De Were contempla como el éxito se le escapa de las manos. Mientras, una conspiración contra su majestad Isabel I trata de arrebatarle el trono. Al frente de ella, Robert Cecil, que culpa de ella a los dos hijos bastardos de la reina, el conde de Southhampton, y el Conde de Essex (Sebastian Reid).

    Comentario

    Ambientada en el nido de culebras político de la Inglaterra Isabelina, y dirigida por Roland Emmerich (“Godzilla”, “2012”), que da un giro radical frente al tipo de superproducciones catastrofístas que le han dado fama, especula sobre un asunto que durante siglos ha intrigado a académicos: ¿Quién fue en realidad William Shakespeare? ¿Fue él el verdadero autor de las obras que se le atribuyen? La película presenta una posible respuesta, centrada en un momento en el que la intriga política de capa y espada, los romances ilícitos de la Corte Real, y las confabulaciones de avariciosos nobles hambrientos por el poder del trono, eran puestos a descubierto en el lugar más improbable: el teatro londinense.