Intérpretes
Sinopsis
Todo comienza en el desierto. Anacleto (Imanol Arias) logra salir ileso de una trampa y acudir a la prisión en la que encerró a Vázquez (Carlos Areces), su archienemigo, que se la tiene jurada. Le encerró hace 30 años y cuando le está trasladando de cárcel se fuga, no sin antes amenazar al hijo de Anacleto. Estoy viejo, reconoce Anacleto que ve como una vez más debe volver a capturar a Vázquez. A la vez su hijo es Adolfo (Quim Gutiérrez), un treintañero que trabaja de segurata con su colega y amigo Martín (Berto Romero), y que nada sabe de la actividad secreta de su padre, al que cree un payés dedicado a la fabricación de fuets en su idílica masía. Pronto su padre, con el que nunca se ha llevado bien, se presenta ante él. A Adolfo no le quedará más remedido que colaborar con su padre para salvar el pellejo, pero si a Anacleto nada le detiene, Adolfo es miedica, odia la acción y no entiende lo que se le viene encima. Su único interés es recuperar a su novia Katia (Alexandra Jiménez), la hermana de Martín, que le ha dejado, y que pronto se verá involucrada en las manipulaciones de Vázquez.