Intérpretes
Premios
Premio BAFTA de la Academia de cine Británico a la Mejor Película, a la Mejor actriz Protagonista (Annette Bening), al Mejor Actor Protagonista (Kevin Spacey), a la Mejor Fotografía, al Mejor Montaje y al Premio Anthony Asquith a la Mejor Música. Nominada al BAFTA al Mejor Guión Original, a las Mejores actrices Secundarias (Thora Birch y Mena Suvari), al Mejor Actor Secundario (Wes Bentley), al Mejor Diseño de Producción, al Mejor Sonido, al Mejor Maquillaje y Peluquería, y al Premio David Lean al Mejor Director.
Nominada al Premio César de la Academia de Cine Francés a la Mejor Película Extranjera.
Nominada al Premio David di Donatello de la Academia de Cine Italiano a la Mejor Película Extranjera.
Nominada al Premio Pantalla Internacional de los Premios Europeos del Cine.
Sinopsis
Lester Burnham (Kevin Spacey) es un ejecutivo de publicidad de Chicago y padre de familia de 42 años. Su familia es un desastre. Su esposa Carolyn (Annette Bening) es una ambiciosa vendedora inmobiliaria a la que sólo le importa el éxito profesional; su hija Jane (Thora Birch), de 16 años, es una típica adolescente apática que se queja de su padre por su falta de apoyo y está pensando en hacerse una cirugía de pechos, para levantárselos y dejar ambos a la misma altura. Jane y Lester no se han hablado durante meses. Lester se autodescribe como un perdedor, aburrido, alguien fácil de olvidar. Lester inicia su día masturbándose en la ducha. Más tarde, en su trabajo, su jefe, Brad Dupree (Barry Del Sherman), pide a Lester que haga un informe describiendo su trabajo y sus tareas, detallando exactamente cuál es su contribución a la compañía. Dupree está tratando de identificar quiénes son los empleados de los cuales se puede prescindir para poder despedirlos y ahorrarle dinero a la compañía. Carolyn, por su parte, intenta vender una casa a varias parejas, pero sólo encuentra rechazo tras rechazo. Lester encuentra la inspiración para transformarse a sí mismo al conocer a Ángela Hayes (Mena Suvari), la mejor amiga y compañera de colegio de su hija Jane. Ángela es una bella, confiada y supuestamente promiscua adolescente que aspira a ser modelo, y que piensa que no hay nada peor en la vida que ser vulgar. Ángela cautiva a Lester desde el momento en que él la ve en una actuación rutinaria de baile en el colegio y desarrolla una obsesión hacia ella, para vergüenza de Jane. Esa misma noche, Jane ve a un joven que la graba con su cámara de video a través de la ventana de su habitación. Jane, que no está acostumbrada a recibir atención de este tipo, se siente adulada. Luego, cuando Jane invita a Ángela a quedarse a dormir en su casa, Lester escucha a Ángela decirle a Jane que encuentra atractivo a su padre y que le haría totalmente el amor si él comenzara a hacer ejercicio un poco. Habiendo escuchado esto, Lester inmediatamente parte hacia su garaje, donde encuentra viejas pesas y comienza a levantarlas. Mientras tanto, una familia formada por el extremadamente homófobo y austero Coronel Frank Fitts (Chris Cooper), miembro del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, un hombre sin emociones y posiblemente con depresión; su mujer Barbara (Allison Janney); y su curioso e introspectivo hijo Ricky (Wes Bentley), se mudan a la casa de al lado de los Burnhams. Jane empieza a notar que Ricky, al que no conoce su padre, gana dinero como traficante de marihuana. En un día memorable, Carolyn empieza una relación extramatrimonial con un vendedor inmobiliario rival, y también decide empezar a aliviar su estrés en un campo de tiro. Lester deja su trabajo, haciendo chantaje a su jefe con su indemnización y empieza a trabajar en un nuevo restaurante de comida rápida, y Ricky le enseña a Jane un video en el que una bolsa de plástico está «bailando» en el aire, lo que Rick consideró la cosa más bonita que nunca había grabado. Más tarde, durante una discusión acalorada en la cena, Lester finalmente hace valer su dominio sobre Carolyn en el hogar. En su último día de vida, Lester se enfrenta calmado a su mujer sobre su relación extramatrimonial, causando el final de su matrimonio. Carolyn escucha una cinta de autoayuda que la convence de negarse a ser una víctima. Conduce amargamente hacia su casa con su pistola con la intención de enfrentarse a su marido, creyendo que ha arruinado su vida. Lester llama a Ricky a su casa para conseguir marihuana, aumentando las sospechas del Coronel Fitts, que está convencido que su hijo es gay y consecuentemente le obliga a irse de casa. Cuando Ricky y Jane planean escapar a Nueva York, Ángela, que les está visitando, les acusa de ser unos freakys, a lo que Ricky le recrimina que ella es fea, y que es ordinaria y lo sabe. Ángela se echa a llorar en las escaleras y Lester, después de enfrentarse a un quebrado emocionalmente Coronel Fitts que le revela que él mismo es gay, la consuela. Sin embargo, Lester intenta seducir a Ángela desbaratándolo cuando ella le revela que, de hecho, es virgen. Lester no puede tomar su virginidad y en vez de ello le hace un sandwich en la cocina. Por primera vez en un tiempo, Lester se da cuenta de que es realmente feliz. Cuando Ángela se va al baño, Lester contempla una vieja foto de su familia sonriendo, sin percatarse que la pistola del Coronel Frank Fitts está apuntándole a su cabeza por la espalda. Tras el disparo, la vida de Lester transcurre velozmente en imágenes delante de sus ojos, entremezclados con escenas de su familia. Tras el disparo, se producen diferentes reacciones de Ricky, Ángela y Jane: Ricky observa que Lester murió feliz, mientras que Carolyn llora arrepentida por haber deseado la muerte de Lester.