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Sinopsis
El padre Adam (Andrzej Chyra) ha sido transferido de una gran ciudad, en la que trabajaba activamente con jóvenes problemáticos, a una pequeña parroquia de provincias. Allí parte de cero con su trabajo y la comunidad enseguida le acepta como a uno de ellos. El padre Adam es una persona abierta y fuerte que brinda algo positivo y moderno a la monótona vida del pueblo. Crea un refugio para jóvenes con dificultades familiares y al mismo tiempo se adapta a la vida en la nueva comunidad. Así conoce a Lukasz (Mateusz Kosciukiewicz), apodado Humpty por la gente del pueblo. Lukasz es un reservado y callado joven que vive con su madre (Maria Maj) y sus dos hermanos; Marcin (Marcin Topczewski), que tiene retraso mental y con Slawek, de 12 años. De repente, surge un lazo afectivo entre el padre Adam y Lukasz. Para el joven es como el padre que nunca tuvo, un profesor y un tutor. Esto se combina con un tardío despertar de la sexualidad y una fuerte necesidad de romper con la monótona vida del pueblo que no ofrece ningún futuro. Para el sacerdote se convierte en una evocación de sus más privados secretos, miedos y pasiones. Porque Adam lucha contra su gran soledad, buscando algo de cariño. Está desgarrado por una pasión imposible y a la vez torturado por el miedo a sus sentimientos. Atrapado por las rígidas estructuras de la Iglesia, el padre Adam tiene que luchar contra su propia naturaleza que él cree diabólica. La Iglesia Católica considera las relaciones homosexuales como una amenaza a la ecología humana. La comunidad de este pueblo polaco, empapado en el catolicismo hasta la médula, podría aceptar a lo mejor de forma tácita alguna relación del padre Adam con una mujer, pero nunca aceptarán lo que ellos llaman a un “maricón”. Es entonces cuando las sospechas de los miembros de la comunidad se ven confirmadas y el padre Adam se convertirá en su peor enemigo.
