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Sinopsis
Se inicia el verano en una tranquila localidad de agricultores y ganaderos situada al borde de un lago. La vida es sencilla y nada viene a despertar la curiosidad de los habitantes del lugar sino es la llegada de una dama de la ciuad (Margaret Livingstone), sofisticada, elegantemente vestida, haciendo alarde de unos modales exquisitos. Su presencia llama la atención de todos los habitantes del pueblo, pero de una forma especial la del dueño de una casa de labor (George O`Brien). Las atenciones que el hombre tiene hacia ella comienza a arruinar lo que hasta entonces había sido una próspera granja. Poco a poco las cosas van llegando a una situación insostenible, que se hace verdaderamente angustiosa cuando la dama le pide que mate a su esposa (Janet Gaynor) durante un paseo en barca por el lago, venda la granja y se marche a la ciudad en su compañía. Durante el viaje en barca el hombre titubea y su mujer intuye la situación. Su mirada angustiada le hace comprender la locura de su intento. Al llegar a la orilla la mujer sale corriendo y se sube a un tranvía, seguida por él que intenta consolarla ante la sorpresa de los demás pasajeros Van juntos a la ciudad redescubriendo entre el bullicio y las diversiones su amor. Entran en un café, vitan una boda y sellan la reconciliación con un fuerte abrazo. Más tarde acuden a una barbería donde él se corta el pelo y después a un fotógrafo que inmortaliza su renacido amor. En un parque de atracciones la pareja se divierte e incluso bailan una danza campesina. Al caer la tarde regresan, pero cuando están atravesando el lago estalla una tempestad y la barca se hunde. Desesperado el granjero trata infructuosamente de encontrar a su mujer. Los habitantes del lugar acuden en su ayuda y peinan el lago con linternas en un desesperado intento de buscar a la mujer. Creyéndola muerta, el granjero abandona la búsqueda y regresa a su casa. La mujer de la ciudad piensa que ha cumplido con su petición y corre a reunirse con él. Al verla, el granjero intenta estrangularla y solo cesa en su empeño al oir los gritos de que su mujer ha sido encontrada. El hombre asiste a su despertar y la besa apasionadamente.
